28 de Marzo del 2024

No puedes huir de ti

Por Betzabé Vancini / /

 betzainter

Durante las últimas semanas, hemos estado la mayoría de nosotros en confinamiento o cuarentena voluntaria en casa, y esto ha desatado toda una serie de crisis que he visto en mis consultas últimamente. El aislamiento, la soledad y la restricción de contacto social han obligado a las personas a voltear a ver algo que normalmente no quieren: están orilladas a verse a sí mismas.

La mayoría de nuestras ocupaciones cotidianas como el trabajo, la familia, las compras, el sexo, etc., no son sino una distracción que nos ayuda a evitar tocar con nuestros verdaderos problemas y que, de alguna manera, nos dan la fantasía de no tocar el vacío existencial en el que muchas veces vivimos. Nadie saldrá de esta cuarentena siendo la misma persona que entró a ella, y eso está bien, pero el camino no será sencillo.

Durante las últimas semanas he escuchado o leído a muchas personas diciendo que quieren volver a “la normalidad”, cosa que, de entrada, ya no será posible pues cuando salgamos de esto, el mundo no será el mismo que antes; y, en segundo lugar, sería importante entender que esta “normalidad” no es sino la zona de confort cotidiana que nos permite evadirnos y distraernos. ¿De qué? Pues del verdadero sentido de nuestra existencia.

Sí, ya sé que esto suena demasiado filosófico y tal vez no te agrada pensar en eso, pero contemplar estos principios nos ayudan también a darle valor a la vida y tener un sentido de trascendencia. La mayoría de las personas vive en un camino repetitivo de lo que “es correcto hacer” y muy pocas veces se cuestionan si esas elecciones son lo que realmente quieren. Esto hace que frecuentemente se sientan insatisfechos/as con sus vidas y que busquen llenar esos vacíos de sentido con cosas que les gratifican inmediatamente. Las gratificaciones más populares son: compras, alcohol o drogas, sexo y comida. -Sí! Suelta ese pan, te estamos viendo.-

La pandemia actual nos obliga a replantear nuestros hábitos de consumo, ¿realmente necesitamos todo lo que compramos? Nuestra forma de relacionarnos con los demás ¿estamos suficientemente presentes o dependemos demasiado? Y por supuesto, nos orilla a mirarnos en un espejo que normalmente evitamos: el espejo de la soledad. Es decir, quiénes somos sin los otros/as.

Pese a la declaratoria de contingencia nacional, sigue habiendo mucha gente que sale, que hace fiestas en casa o que quiere comprar la mitad del super, ¿a qué crees que esto se deba? Exactamente, a que no están listos/as para confrontarse a sí mismos/as por lo que van a seguir buscando la manera de ‘escaparse de esa confrontación’ aún cuando esto implique poner en riesgo sus propias vidas y las de sus seres queridos. Así de absurdos somos los seres humanos.

Este distanciamiento social también es una enorme oportunidad para cortar relaciones tóxicas que llevamos años cargando. Es una oportunidad para evaluar si nuestras necesidades de consumo o de salidas sociales son genuinas o sólo son dependencia para llenar nuestros vacíos. Seguramente, alguna vez has pensado que estaría increíble irte a un lugar lejos donde puedas empezar desde cero, pero déjame decirte que, a donde vayas, tus problemas irán contigo porque son parte de ti y no puedes huir de ti.

Si ya te diste cuenta que hay mucho que reparar contigo, ¿qué hacer?

Antes que nada, reconócelo. Tómate un momento para darte cuenta que has estado huyendo de ti y que es buen momento para hacer las paces contigo o para arreglar lo que está roto. Ya sea que lo rompiste tú o que los demás rompieron. Después, te recomiendo las siguientes actividades para sobrevivir a la cuarentena en aislamiento con tus “demonios”:

  1. Lleva un diario donde puedas escribir tus sentimientos y pensamientos del día o tus reflexiones.
  2. Escucha podcasts de psicología o desarrollo personal.
  3. Lee artículos sobre psicología y autoconocimiento. Cualquier tema que sea de tu interés para nutrirte ―puedes checar el archivo de mi columna, por ejemplo―.
  4. Lee mucho, pero particularmente, lee cosas de autoconocimiento. Te recomiendo mucho que leas libros sobre Mindfulness, temas hay muchísimos y puedes empezar con el que más te interese.
  5. Cuestiónate la forma en la que te relacionas con otras personas. ¿Das demasiado? ¿Eres egoísta? ¿Lástimas a los demás o te dejas lastimar?
  6. Dedica tiempo para hacer algo que realmente te guste hacer y que hace tiempo que no haces porque “no tenías tiempo.”
  7. Mírate en el espejo. Mucho, durante todo el tiempo que puedas. Observa tus expresiones, tus facciones, conócete bien. Mira tu cuerpo y trata de ver si también con él has estado en guerra, lastimándolo o maltratándolo.
  8. Mejora tus hábitos. Dormir suficiente, comer saludable y cuidar que tu peso sea sano es una de las manifestaciones más altas de autoestima. Empieza por ahí. Tu cuerpo es tu casa ¿por qué lo privas de alimento o por qué le echas basura? Aprende a cuidar lo único que tienes: tú.
  9. Si la ansiedad se vuelve demasiado alta, busca opciones para recibir terapia en línea. En este momento, casi todos los psicólogos y psicoterapeutas estamos trabajando a distancia. Iniciar un proceso terapéutico podría ayudar a que este tiempo de pandemia sea realmente una gran oportunidad de cambio positivo para ti.
  10. Ponte metas: ¿Qué harás cuando la contingencia acabe? ¿En qué serás mejor?

Como siempre, estaré atenta a todos tus comentarios y preguntas vía Twitter. Me encuentras como @betzalcoatl

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