19 de Abril del 2024

¿Eres fan del aislamiento social?  Esto es para ti

Por Betzabé Vancini / /

 betzainter

Si estás disfrutando ampliamente de la cuarentena y que tu estilo de vida se haya vuelto ley para todos, seguramente te interesa leer esto.

Durante las últimas dos semanas he leído en Twitter a muchas personas que se sienten preparadas para esta jornada de “sana distancia” e incluso para un aislamiento estricto mayor, y tal vez me incluyo entre ellas. El punto es que, mientras muchos la pasan mal extrañando salir a comer a restaurantes o andar de fiesta, recibir visitas, etc., hay muchos otros que están en la verdadera gloria por no tener que verse obligados a salir a la calle o tener que convivir con la gente de la escuela o la oficina. ¿Te suena? Bueno, te presento a los ASOCIALES.

Una persona asocial es alguien que no disfruta realmente del contacto humano, ya sea porque no le interesa o porque le causa mucha ansiedad convivir con otros. Estas personas regularmente prefieren actividades solitarias, les gusta estar en casa, dar paseos sin compañía y, frecuentemente, prefieren tener interacción humana por redes sociales en lugar de en persona. Usualmente, son personas autocríticas, reflexivas y observadoras que no requieren tanto de la atención de otros, sino que les gusta concentrarse en sus cosas. No temen a la soledad o a la falta de actividad ya que suelen tener ingenio para hacerse de actividades dentro de casa o pueden relajarse simplemente con estar en silencio. Para algunas personas, esto que describo es un sueño hecho realidad y para otras, es una pesadilla. Pero ¿por qué podemos volvernos asociales?

Esta asocialidad surge por diferentes causas sin que éstas sean necesariamente un trauma. Las principales diferencias que podemos encontrar entre personas asociales es la motivación, porque en gustos se rompen géneros y hay de asociales a asociales.

  • Hay quienes no tienen contacto humano porque no les interesa en lo absoluto. Prefieren meterse en procesos intelectuales, leer, jugar videojuegos, armar cosas, estudiar, etc., y el contacto humano les estorba o les distrae de estas tareas que disfrutan tanto.
  • Hay otros/as que son un tanto misántropos y odian un poco a la humanidad, así que les causa pereza relacionarse con las personas y escuchar sus problemas cotidianos o verse forzados a cumplir protocolos sociales. Este tipo de asociales suelen ser a veces hasta un poco rudos para alejar a las personas que intentan acercarse.
  • Están también quienes sí desean socializar, pero no saben cómo hacerlo, tienen temor de sentirse inadecuados o de “regarla” al hablar, les da miedo no ser graciosos o sentirse rechazados por las personas que les rodean. Normalmente estas personas sufrieron algún tipo de bullying o rechazo por parte de familiares o amigos que les hicieron sentir como no gratos para otros y entonces prefieren reservarse para no correr el riesgo de caer mal.
  • Por último, están quienes la simple idea de pensar en hablarle a alguien más les causa tanta ansiedad que prefieren refugiarse en su introversión y no hablar con nadie. Esta ansiedad puede ser moderada, que parezca parte de la personalidad o puede ser tan alta que se convierta en una fobia social. Hay casos tan extremos de fobia social que la persona deja de salir de casa a veces hasta por años sobreviviendo únicamente haciendo sus compras por internet y pidiendo que les dejen las cosas en la puerta para no tener que saludar a nadie.

Ahora, ¿es mala la asocialidad?

No, para nada. Como dije anteriormente, en gustos se rompen géneros y así como hay personas que disfrutan muchísimo la compañía de otros, hay quienes no lo disfrutan para nada y prefieren la soledad. En realidad, esta conducta no es ningún indicador de enfermedad mental salvo que provenga de los últimos dos puntos que describí arriba, en el penúltimo porque se trataría de un problema de autoestima y en el segundo porque se trataría de un trastorno de ansiedad.

Finalmente, en estas épocas de pandemia, las personas que están acostumbradas a pasar mucho tiempo solas o a evitar el contacto físico, serán las más adaptadas a las circunstancias, las que sigan de mejor manera los protocolos de salud y la pasen mucho mejor en sus casas.

Si tú eres del grupo contrario que está extrañando el contacto social, ten calma. A todos/as nos viene bien un break de los demás de vez en cuando.  El distanciamiento social también es una excelente oportunidad de autoconocimiento y reflexión, así que tómalo como un reto y saca lo mejor de esto.

Como siempre, estaré atenta a todas tus preguntas y comentarios vía Twitter. Me encuentras como @betzalcoatl

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