El paro nacional de mujeres del 9M sigue tomando fuerza, sin embargo, hay una cantidad enorme de información errónea que pulula en las redes sociales y que confunde a las personas sobre los objetivos reales del movimiento. Para evitar confusiones y aclarar dudas he preparado esta guía rápida -rapidísima- para comprender el paro nacional del próximo 9 de marzo.
1.-No se trata de “echar la flojera”: el paro es una manera de visibilizar el papel que tienen las mujeres en la economía de México. No vamos a ausentarnos del trabajo por flojas, sino porque es importante te que se vea que el 45% de los empleos remunerados los tienen las mujeres y casi el 100% de los trabajos no remunerados, también.
2.-No es un golpe de estado: no se trata de ir contra AMLO sino de ejercer presión global para que haya mayor eficiencia en la resolución de casos de feminicidios, y que el gobierno se vea comprometido a generar acciones PREVENTIVAS de la violencia de género, sin que esto implique esperar 20 años en lo que crecen las nuevas generaciones.
3.-No es un movimiento contra los hombres: en ningún lado dice que si los hombres desaparecen, el país seguiría igual. No amigos, no es contra ustedes. Por el contrario, una cultura de equidad de género les permitirá tener menos carga económica en sus hogares y, además, una expresión emocional más sana, mejores formas de ejercer la paternidad, etc. No deseamos que desaparezcan, deseamos que este país sea equitativo para ustedes y para nosotras.
4.-No está anclado a ningún partido pero sí es un movimiento político: la marcha no le pertenece a ningún partido ―menos aún a la derecha, ¡cuánta hipocresía!-, pero sí es un movimiento que puede demostrar que, así como no vamos a producir o a consumir un día, también podemos decidir dejar de votar o votar de tal manera que se cumpla la voluntad de la mayoría. En México el 51% de la población somos mujeres. Hagan cálculos.
5.-Es la forma más antigua de resistencia no violenta: el primer paro de mujeres ocurrió en Grecia, hace más de dos mil años, y eso obligó a los griegos a tomarlas en cuenta como ciudadanas libres y no como esclavas sexuales. En Japón, las mujeres hacen huelgas en las plantas para obtener mejores condiciones laborales y prestaciones. Al no salir a trabajar un día, se calcula que en México dejarán de circular más o menos 26 millones de pesos y todos sabemos que el rubro económico es el “poder detrás del poder.”
6.-Cada día en México hay una mujer desaparecida o asesinada y parece “la normalidad”: el paro hace visible esta problemática y obliga a las autoridades a visibilizar el problema y aceptarlo en su gravedad. La violencia de género NO es normal.
7.-No se trata de desatender a los hijos o a los enfermos: se trata de que otros miembros de la familia puedan hacerse cargo por UN DÍA. Un día de 366 que tiene este año. Esto ayuda a que todos en casa tengan conciencia de la enorme responsabilidad que implica el rol que tenemos las mujeres en nuestra familia.
8.-Puedes reunirte con tu familia y amigas: otras mujeres que como tú, pudieron/decidieron irse a paro y que es una oportunidad para reforzar lazos, cuidarnos entre todas y generar estrategias de visibilidad en cada uno de nuestros campos.
9.-Si no puedes hacer el paro, nadie te va a juzgar: entendemos que hay trabajos ―escuelas, por ejemplo― donde hubo coacción o violencia velada para evitar que las mujeres falten ese día. Pero por cada una que tenga que estar “cumpliendo sus obligaciones” habremos muchas más en las calles o tomando acciones para visibilizar este problema y pedir un cambio verdadero.
Es momento de que las cosas en nuestro país cambien para todas y que podamos lograr una cultura basada en el respeto y la equidad. El trato que recibimos las mujeres todos los días en nuestro país es síntoma de muchos años de machismo y misoginia. No es casualidad que los países más fuertes del mundo y con las economías más estables ―Finlandia, Islandia, Suecia, Noruega― sean los mismos que decidieron empoderar a sus ciudadanas y garantizarles condiciones de equidad. Las mujeres en México movemos gran parte de la economía, la familia y la educación. Ya es hora de que se abra un campo seguro para desarrollarnos y por ende, desarrollemos una cultura libre de violencia para todos y todas.
