18 de Abril del 2024

Cómo saber si estás en una relación codependiente

Por Betzabé Vancini / /

 

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Vivimos en una sociedad que romantiza las historias tormentosas de amor en las que, pese a toda adversidad, la pareja triunfa y nunca se separan. Las redes sociales, los teléfonos inteligentes y las aplicaciones como whatsapp, hacen mucho más fácil y casi imperceptible, que las parejas desarrollen formas de comunicación que, eventualmente, llevan a conductas codependientes. La codependencia es una forma de relación que está basada en el apego a la otra persona. Es decir, que no se está con la pareja únicamente por amor, sino también por necesidad. Es frecuente que las parejas, después de pasar mucho tiempo juntas, generen una personalidad “compartida” y pierdan su noción de individualidad; esto hace que la idea de terminar la relación sea inconcebible pues estarían perdiendo parte de ellos mismos al separarse. Por supuesto, la codependencia no es psicológicamente sana, ni ayuda al crecimiento de los individuos dentro de una pareja.

¿Crees que estás cayendo en una relación codependiente? Mira los siguientes síntomas:

  • No pueden pasar muchas horas sin comunicarse: se llaman o escriben varias veces al día y hasta para las cosas más simples como “¿qué haces?” “Voy a pasar a cargar gasolina” “Salí a comprar un café al Oxxo.” Se informan todos sus movimientos y actividades. Ojo: no confundir este exceso de información con honestidad. Omitir que compraste un café en el Oxxo no es mentir dado que es una información irrelevante.
  • Necesitan la opinión del otro hasta para las cosas más simples: comprar comida, ir o no ir a un evento social o escolar, cómo vestirse, etc.
  • Van en pareja a todas partes: cenas de trabajo, convivios familiares, al gimnasio, a clases, reuniones con amigos, etc. En la codependencia desaparece el tiempo a solas o el tiempo que pasa cada uno como individuo con su círculo de amistades o familia. La relación se lleva a todos los círculos incluso a eventos en los que se ha especificado que no puede llevarse pareja -eventos de trabajo, por ejemplo-.
  • Hablan en plural todo el tiempo: “a nosotros nos gusta ir a…”, “nosotros pensamos que…”, “nosotros creemos…”, “nuestros amigos”, etc. Esto refleja la fusión de la personalidad y la pérdida de la individualidad. Uno de los objetivos de la terapia de pareja es siempre recuperar la individualidad de las personas que están en una relación.
  • Cambiar de ciudad por trabajo es impensable: prefieren perder un ascenso o dejar su empleo antes de que la carrera profesional suponga una separación como pareja, incluso si es relativamente cerca.
  • Adoptan una mascota para ‘afianzar’ la relación: tienen un perro, gato, tortuga, pez en común que les obliga a atenderle en pareja o que impide que se peleen o se distancien porque “la mascota sufre” y esto se vuelve un vínculo de exigencia y de responsabilidad compartida.
  • Se ven todos los días: absolutamente todos y el día que no se pueden ver, es una tragedia. Se “extrañan”, se frustran o pelean porque no pudieron pasar tiempo juntos un día. Aun cuando “pasar tiempo” implique simplemente que cada uno haga sus tareas en la misma habitación o incluso se vean sólo para discutir.
  • Les es inconcebible ir de viaje sin el otro: frecuentemente, evitan viajes familiares o con amigos para “no dejar” a su pareja y que pasen días o semanas sin verse. Y si están a la distancia por alguna razón ajena a su voluntad, se hablan todo el tiempo.
  • Revisan los horarios de conexión en Whatsapp: y si la pareja tiene una conexión posterior a su última conversación, se hace todo un problema pues no sienten que son la prioridad para su pareja.
  • Exigen reacciones en redes sociales: no sólo colocar el estatus de la relación, sino subir fotos constantemente, compartirse publicaciones y además, dar like mutuamente a todo lo que suban, especialmente, a las fotografías de pareja. Esto constituye el equivalente a un marcaje de territorio en el que “demuestran” al mundo que están juntos/as y que están igualmente comprometidos/as en la relación. Recordemos que “publicaciones vemos, mensajes privados no sabemos.”
  • Se definen por lo que su pareja piensa: “X dice que soy…”, “X siempre se ríe de mí porque…” como si eso validara su personalidad.
  • Deciden vivir juntos o casarse para ‘no separarse’ nunca más, o para poder mostrarle al mundo que la relación ‘es seria’.
  • Decidieron hacerse tatuajes que combinan o se complementan.
  • Decidieron usar un “anillo de promesa” que implica que en algún momento se van a casar.

Si te identificas con varios de estos puntos, es probable que estés cayendo en una relación de codependencia en la que, paulatinamente, irás perdiendo tu personalidad para fundirte en la de tu pareja. Esto hace que las relaciones dejen de ser amor y se vuelvan relaciones de apego y de necesidad.

¿Qué se puede hacer?

Empezar por darte cuenta que no son la misma persona sino dos seres humanos diferentes. La mayoría de las veces, la terapia de pareja ayuda bastante a llevar la relación a un punto más sano. También te recomiendo escuchar algunos podcasts al respecto y especialmente, leer a Walter Riso, un psicólogo latinoamericano especialista en el amor desde el desapego.

Las relaciones de pareja sanas se viven desde el desapego, que nada tiene que ver con la indiferencia, sino con amar en libertad, dejando a la pareja ser quien es, y decidir de manera libre estar en la relación. Las parejas sanas pasan tiempo de calidad juntos/as pero también pasan tiempo de manera individual con amigos o familiares, incluso pasan tiempo a solas.  La relación no se vuelve una cadena que amarra a la persona y no la deja crecer, por el contrario, se impulsa al otro/a a tomar sus propias decisiones y a buscar lo mejor para sí en todos los aspectos.

Como siempre, estaré atenta a todas tus preguntas y comentarios vía Twitter. Me encuentras como @betzalcoatl

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