19 de Abril del 2024

El saboteador interno

Por Betzabé Vancini / /
Tú, yo y el Ello...

Desde hace varias semanas, muchos de los casos que recibo, son personas que en general van muy bien en la vida y de pronto, como diría la expresión popular: se ponen el pie solos. Es decir, se sabotean y tiran por la borda sus avances. O bien, tienen una oportunidad de trabajo increíble que sabotean sintiéndose inseguros durante la entrevista o incluso, hasta quedándose sin habla.

No es raro que alguien me diga, por ejemplo, que durante semanas ha seguido su plan de alimentación y ejercicio, pero que en los últimos días se ha dedicado a comer de más o ha buscado pretextos para no ejercitarse, particularmente cuando ya estaba muy cerca de su meta. También ocurre que las personas empiezan a actuar extraño o ponerse muy irritables con sus parejas cuando la relación va mejor que nunca. Buscan pretextos para pelear o critican al otro frecuentemente hasta que la situación explota. ¿Te identificas con esto? Permíteme presentarte a tu saboteador interno:

Esa vocecita maligna que echa todo a perder se llama autosabotaje y es un mecanismo que TODOS, absolutamente todos los seres humanos tenemos en mayor o menor medida. Siempre que estamos por lograr nuestras metas o por concluir un esfuerzo grande, nos tropezamos con esta voz que estropea todo nuestro trabajo. Puede ser que no necesariamente eches por la borda todo el esfuerzo, pero sí que no disfrutes del todo cuando llegues al éxito. El autosabotaje te hará creer que podrías haberlo hecho mejor pero que no puedes, y que no puedes porque no eres capaz de superarte a ti mismo/a.

En algunos casos, el autosabotaje se convierte en una enfermedad y las personas no son capaces de lograr ninguna meta, cualquiera que sea, porque siempre se están poniendo obstáculos. Esto acarrea muchísima frustración y falta de confianza en la persona que lo padece. Es decir, que una vez que se sabotean sistemáticamente, van dejando proyectos ambiciosos de lado por el temor a echarlos a perder o no poder concluirlos. Hay personas que han estado durante años en el mismo puesto porque cada vez que quieren competir por un puesto mejor se sabotean de alguna manera y acaban siendo descalificados. Lo mismo le sucede a muchos atletas o a las personas que se han unido a retos de ejercicio o alimentación.

Pero lo más importante es saber por qué se produce esta voz saboteadora para poder saber qué hacer con ella. En mi experiencia como psicoterapeuta he podido identificar dos fuentes comunes de autosabotaje en las personas:

La primera tiene que ver con una formación con papás súper estrictos que te hacían sentir como si nada de lo que hicieras fuera suficientemente bueno. Eso hace que al llegar a la edad adulta prefiramos no destacar en nada por temor a regarla tremendamente y darle razón a ese “no eres suficientemente bueno”. Frecuentemente, estas personas que fueron criadas de esta manera, piensan que tienen que esforzarse más y más y más, hasta que revientan, se enferman, se equivocan, fracasan, de tal manera que cumplen su profecía de “no ser excelentes”.

La segunda fuente del autosabotaje es creer que no te mereces las cosas. Es decir, ves a otras personas lograr sus metas –cualesquiera que sean– y piensas que esas personas tienen algo distinto o especial que les permite tener éxito y que tú no tienes eso. Piensas que sería demasiado bueno que lograras ese ascenso, tener el cuerpo que quieres, estar en paz en tu relación, comprar tu casa o auto, y en eso, viene este pensamiento-sensación de que no te lo mereces o que sería demasiado bueno para ser verdad, tu ánimo decae, en consecuencia, dejas de esforzarte o te saboteas directamente, por ejemplo, comiendo en exceso u olvidando entregar esos documentos tan importantes que te pidieron.

El autosabotaje es muy doloroso y es más doloroso aún darte cuenta de que tú eres tu peor enemigo. Sin embargo, tiene remedio. Entre más consciente seas de que tú mismo/a te estás poniendo el pie, más puedes hacer para remediarlo. Por ejemplo, podrías pensar “¿por qué creo que no me merezco ser feliz?”, “¿por qué creo que esto sería demasiado bueno para mí?”, “¿por qué creo que no puedo?”. Respondiendo estas preguntas puedes encontrar muchas razones por las cuales estás haciéndote esto, es posible que incluso lo puedas relacionar claramente con sucesos de tu pasado. Tal vez alguien te dijo que nunca lograrías nada bueno, o que nadie te iba a querer como eres y entonces te has dedicado a cumplir “la profecía” que esa persona te hizo. Por supuesto, el tratamiento más efectivo es la psicoterapia, pero también ayudan algunos caminos alternativos como el auto análisis, la meditación o la catarsis.

Como te decía, todos tenemos ese botón de “DESTRUIR” y para cada uno es distinto, algunos se sabotean postergando las cosas importantes hasta que es demasiado tarde para hacerlas, otros con alcohol o drogas, otros distrayéndose cuando deberían estar más enfocados o involucrándose en situaciones interpersonales muy complejas, sin embargo, todos podemos aprender a frenar el autosabotaje y no presionar ese botón que sólo nos va a hacer sentir mal. La ventaja aquí es que el cambio no depende de otros, sino que está en tus manos.  ¿Estás lista/o para hacer el cambio?

Como siempre, estaré atenta a tus comentarios y preguntas vía Twitter. Me encuentras como @betzalcoatl.

ANTERIORES

Puebla GOb

Puebla GOb