El tiempo de la espera terminó y conforme van pasando los días para que acabe la campaña, Marcelo García Almaguer ve más cerca el tiempo para cobrar su factura de la alta traición al PAN y al morenovallismo.
Que no les sorprenda si el Popo vuelve a estallar, seguro es Moreno Valle retorciéndose por los indignos de sus discípulos y lo traicioneros que resultaron. Por ejemplo, la lealtad de Marcelo García Almaguer duró el tiempo que se llevó el funeral del ex gobernador, o sea unos minutos.
Mucho se ha escrito que la traición del diputado local del PAN se consumó desde enero, cuando dejó de apoyar, gestionar, negociar y defender la postulación de Jesús Rodríguez Almeida como gobernador interino.
Luego votó a favor de Guillermo Pacheco Pulido para que se quedara con la gubernatura. Posteriormente, renunció al PAN y con ello se convirtió en diputado independiente e hizo que otros legisladores de Acción Nacional renunciaran para desfondar dicha bancada en el Congreso local.
Ahora el llamado bloque independiente tiene más diputados que el PAN y que el PRI, pero además le da a Morena los votos que necesita para las reformas constitucionales.
Todo esto ¿A cambio de qué?
De unas latitas de atún y que Morena haga un grupo legislativo con los independientes que por supuesto serán coordinados por Marcelo García Almaguer, con lo que él regresará a la Junta de Gobierno y Coordinación Política, tomará decisiones y además dispondrá de recursos públicos para seguir robando, perdón gestionando.
El cabildeo para la conformación de este grupo cuentan que va bien, que hay amplias posibilidades de que se pueda aprobar. Por eso mi abuelita siempre me dice "Ten cuidado con la gente que metes a tu casa", y es verdad, pues al menos a este diputado las lealtades son lo que menos le importan.