Unos hablan de que la derecha le coartea sus derechos humanos con el capitalismo salvaje y otros de que la izquierda viola sus derechos humanos con la falacia del socialismo/comunismo pero en realidad más vulneración de derechos humanos (DDHH) comete el que teniendo el poder de hacer algo desde un cargo institucional que se le ha conferido en el área, se hace el invisible en silencio, reiterando la posibilidad de que continúen sucediendo los hechos que agravian a otros.
El mercado de los DDHH está en crisis, y su publicidad puede ser engañosa, en base a búsqueda de intereses políticos y económicos, y los consumidores radicales de su discurso creen que ahora el reclamo social es posible sólo con actos de vandalismo, o de otra forma no son visualizados.
Los de corbata, son aún más osados, defienden para ganar pleitesía de sus grupos de socialité, y "subir de nivel", peor aún, hay quienes se atreven a intercambiar favores a cambio de cumplir con "su trabajo" pues la justicia hoy en día parece tener "un precio" y parece ejercerse más a favor de unos que de otros, según le convenga a estos jugadores la ruleta.
Los que tienen que comparecer y dar explicaciones de sus funciones públicas no tienen mayor vergüenza en dejar de hacerlo y los que lo hacen, y generan reportes sustanciosos de su rendición de cuentas, y del estado en el que han observado las violaciones de DDHH son ignorados a conveniencia, pues en la opinión pública lo alarmante y lo amarillista, paga, pero si lo es demasiado, asusta, y altera el órden público, y a los políticos no les gusta mucho eso, mejor, calladitos los periódicos "se ven más bonitos".
Lo que ha pasado recientemente en el Consejo de DDHH de la ONU no tiene "ni pies ni cabeza", cuando un "diplomático" es representante de la sistematicidad de violación de DDHH en sí misma, ¿con qué moral evalúa a otros y hace juicio sobre el respeto a los DDHH?. Parece que han sentado a un esquizofrénico en la silla de la dirección del manicomio. Es la era de lo inaudito, donde la postmodernidad diluye los valores de tal forma que tener vergüenza es tan enfermizo como un neurótico actuando en un circo de payasos riendo.
¿Cuáles valores? ¿cuál moral? ¿cuál defensa de derechos humanos?. "Tú calla y actúa como si nada pasa, pues la obra debe continuar, y el dinero debajo de la mesa continuar pasándose...
Aquí el que defiende tiene que estar de parte de algún interés político porque sino, a la cárcel o a la muerte -por no ser parte del sistema corrompido- puede ir a parar.
Pues el que vaya a protestar, también parece tener que especificar de parte de qué parcialización política va a manifestar... lo verídico de luchar por un discurso real sin tendencia ideológica o de color -sino por los derechos humanos en sí mismos, que son universales- hasta no parece de fiar...
Es la crisis del mercado, donde luchar por una causa tiene que ser "rentable" de lo contrario pasan cosas como lo ocurrido en la ONU, pues se cayeron las caretas, y los favores políticos fueron los votos de mayor peso en el Consejo de DDHH... sí... el mismo que en teoría, es el referente para las otras instituciones de derechos humanos en el mundo...
Es realmente complejo lo que está sucediendo ¿quién defiende a quién y con qué objetivo real?... cuando los defensores de derechos humanos, en ocasiones, son los primeros que por como está establecido el sistema social, no tienen defensa, y las instituciones que deberían defender se ven corrompidas porque "la cosa está ruda" y hay que mantener el bolsillo lleno, así como las pleitesías de las "alianzas", más activas que cualquier protesta de calle...
Es complejo lo que está ocurriendo en el área de trabajo de los derechos humanos en el mundo... se infiltran "alborotadores" entre los activistas, y las defensas de "causas" se convierten en vandalismo y anarquía.
¿Quién defiende a su hermano humano en su injusticia con plena legitimidad?
¿Quién es verídico entre tanta falacia dentro de los sistemas consagrados a defender los derechos humanos?
La máxima autoridad mundial en el ára de protección de DDHH ha puesto en entre dicho los valores de las sociedades mundiales, finalmente allí están sus representantes, nos guste o no.
Es angustiante la desesperanza para los vulnerados. Al menos los venezolanos se perciben verdaderamente burlados en su dolor diario, pues no hay crisis humanitaria que parezca sensibilizar al bolsillo diplomático en los Consejos de la ONU cuando se mantener el status se trata...
Despedido debe ser todo el que no cumpla su función laboral... hay varios "defensores de DDHH" que deberían quitarse esta camiseta y volver a casa con la cabeza bien agachada... pues son vergüenza para su pueblo, para su país, para la gente que representa, mientras no den la cara a la justicia, elevando la verdad a ser develada en la realidad.
Demasiada burla y teatro en este mercado laboral... Dar la espalda a las evidencias por hacer pactos políticos es negligencia y desidia.
La esperanza se opaca, más no se apaga, son muchos los líderes sociales que a veces ni siquiera salen en los espacios de opinión pública y aún siguen dando la batalla, hay muertos anónimos que sólo su comunidad defendida conoció y, eso, aunque no lo parezca, al convertirles en mártires, enardece la esperanza aunque sea de manera cruda, pues no hay nada más noble que morir por la causa de los hermanos.
Esperanza todavía queda, pues los que gritan hasta ser escuchados por cualquier por cualquier medio aún luchan por los sueños de las comunidades, de sus países, luchan porque las generaciones que vienen tengan sociedades con un mundo mejor... No es idealismo, es firmeza de valores y aunque no se vistan de corbata, aún hay muchos de éstos en el mundo, y mientras existan se seguirán evidenciando las falacias de este mercado laboral, se seguirá gritando por causas reales sin caer en el irrespeto de dañar a otro, ni en el vandalismo de dañar patrimonios, instituciones o espacios públicos, mientras existan éstos que tratando de respetar, enseñan, y luchan por ese respeto hacia otros, se podrá hablar de DDHH, se podrá hablar de una nueva generación de humanos con esperanza... que en el teatro sigan cayendo las caretas... que las evidencias sigan saliendo a la luz pública y se continúe en búsqueda de la justicia sin importar las demandas del mercado...esa es la esperanza.
Gracias por leerme.
EL HADA DE GUERRA.