Era una jornada clave. Los futbolistas que militan en la liga de México pudieron dar un golpe de autoridad, pero se achicaron. Y al final, la falta de pagos quedó en segundo plano gracias a la controversia del partido en Veracruz.
Si soy honesto y al escuchar las dos versiones de la historia, me parece que los Tigres hicieron lo correcto. El trato principal fue parar un minuto el partido, cosa que respetaron, ¿por qué iban a cumplir los caprichos de unos cuantos? Ojo, hay que recordar que no todos los jugadores de Veracruz estaban enterados del paro.
Ahora, como institución, ésos son los actos que te distinguen entre ser grande o ser pequeño. Gignac es un tremendo jugador, pero anotar su gol 100 de esa manera, sólo ensucia su nombre en México. Ferretti podrá ser uno de los mejores estrategas del país, pero dejó de lado el Fair Play, la cosa más importante del deporte.
Tigres demostró que hay cosas que el dinero no puede comprar.
Debemos ser fríos o calientes, eso de estar a la mitad de la situación no funciona de nada. ¿Para qué paras un minuto el partido? Para decir: “Aquí estamos, pero a nosotros sí nos pagan y vamos a jugar nuestro partido”.
Si realmente se quería apoyar a los compañeros de profesión, tenían que parar la liga y, ahí sí, el señor Bonilla hubiera temblado. Pero, por favor, un minuto de juego no les afecta en lo más mínimo, todo sigue como siempre.
Ojalá que eso sirva, al menos, para que el presidente reflexione sobre lo que está haciendo mal y entienda que el prestigio de la liga se está cayendo a pedazos.
Kuri deberá a sus jugadores, la Liga seguirá protegiendo al Guadalajara y la jornada quince se jugará como si nada hubiera pasado. Así es, otra vez ganaron los hombres de traje.