Perdóname, Morelia. Te subestimé, creí que estabas en la liguilla por la experiencia y ahora me doy cuenta que vas por el campeonato. El juego que planteaste en León fue realmente espectacular. El esquema táctico planteado por Guede nos da a entender que estudió a su rival y en base a su materia prima, buscó y logró anularlo.
En cuanto a los futbolistas, todos pusieron el mayor esfuerzo en el rol que les tocó. Los que estaban dentro, dejaban todo en cada jugada y los del banquillo, no paraban de alentar a sus compañeros. La unión de Monarcas fue lo que los llevó a las semifinales.
Necaxa, al fiel estilo de Memo Vázquez: sufriendo. Es cierto, la expulsión condicionó a los Gallos que no supieron manejar la adversidad o bien, les pesó lo que mencioné en la columna pasada: su banca es una burla. De alguna u otra forma, los Rayos supieron controlar los nervios que los estaban comiendo.
Al final, Memo y sus pupilos deben de disfrutar su momento y, posiblemente, su última temporada juntos como equipo. Pase lo que pase en la liguilla, es imposible que la institución pueda mantener su plantel base. Se los adelanto: Hugo, Calderón y Quiroga salen del club.
Mohamed regresó a casa y los jugadores sabían que con él no había medias tintas, o jugaban bien o los iba a sentar. El Turco logró hacer jugar el trabuco que tenía dormido Diego Alonso y le alcanzó para eliminar y hacer ver mal al número uno de la competencia.
Monterrey era el equipo que todos los equipos querían evitar a pesar de haber clasificado como octavo, es un plantel muy completo y con un técnico que sabe jugar todas las instancias. Sin duda, después de eliminar de manera contundente a Santos es un claro favorito para llegar a la final y, si el Mundial de Clubes no le afecta, salir campeón.
Y, para finalizar, el que para mí fue el partido de los cuartos de final. Un equipo que está hecho para las liguillas, logró sacar una más adelante. Podrás ser el campeón, pero nunca subestimes a uno de los equipos más grandes de todo el continente.
Al final, todos le respondieron a Miguel Herrera, salieron y dieron el corazón por el equipo. Lo de Salcedo es muy triste, fue el jugador número 12 de las Águilas y en cuanto a Diego Reyes, alguien debe de decirle que los títulos valen más que el dinero.
América fue justo ganador. Gustó, ganó y humilló.