23 de Abril del 2024

Caso Lobos: una tristeza

Por Gustavo Delgado / /
Caso Lobos: una tristeza
Foto: Central

Lo mencioné el jueves a través de nuestra página de Facebook (https://www.facebook.com/LaBolitaDesinflada/) y Twitter (https://twitter.com/BolitaMX) manejándolo antes que todos los medios de comunicación: Lobos BUAP emigrará a Ciudad Juárez.

Le podemos dar muchas lecturas al caso:

Las formas en las que se realizó todo, fueron las peores. El cambio en cuanto a fútbol, será benéfico para el nivel competitivo de la liga. Y en cuestión de negocios, fue una operación exitosa.

Se me comunicó mediante fuentes cercanas a la directiva licántropa, que el arreglo no fue propiamente con los dueños del equipo, sino que la encargada de llevar el futbol de primera división a Ciudad Juárez (Alejandra de la Vega) dispuso directamente con los federativos mexicanos y haciendo que, de alguna u otra manera, dejaran sin fútbol a la BUAP.

Tiempo después, diferentes medios manejaron que se cambiarían ciertas reglas en la federación para que el cambio de sede se pudiera concretar. ¿Federativos saltándose reglas? Así es, sólo en México. Señores, y perdón por ser malicioso, pero ¿por qué no hicieron el cambio cuando fue la junta de dueños? ¿Aumentaron los ‘verdes’ tiempo después? Lo dejo a su consideración.

Ahora, veamos el otro lado de la moneda. Un equipo en primera división, no puede contar con menos de diez jugadores firmados para iniciar una pretemporada y, al mismo tiempo, quedarse sin un director técnico que, inteligentemente, entendió que el barco se estaba hundiendo y lo mejor era salir de él.

Lobos no contaba con una estructura definida, todo lo iban sacando sobre la marcha. Y reitero: eso no puede pasar con un equipo de primera división, sea la liga que sea.

En cambio, Juárez cuenta con la infraestructura, economía y plan de trabajo que seguramente hará sufrir a más de uno en la cancha. Aunque, vamos, estos ascensos no se gozan incluso son hasta sombríos.

Jamás será lo mismo llegar deportivamente que pagando.

Y en cuanto al negocio, claramente es una plaza más importante y mejor vista económicamente la de Juárez, pero ¿en dónde quedó el aficionado?

Para los de traje que manejan nuestro fútbol, es lo menos importante.

Amigos de Lobos, sean muchos o pocos: nadie les quitará esa sensación tan bonita de haber ascendido (cosa que Juárez no podrá sentir). Nadie les quitará todos los aullidos que hicieron en el estadio. Nadie les quitará aquella chilena de Amaury Escoto vs. Chivas o todos los goles que gritaron de Leo Ramos.

Ojalá que el equipo sólo se vaya de la ciudad, pero permanezca en sus corazones.

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