Que sí que no que sí
misteriosa desaparición
del polémico Lastiri
hasta cayó el gobernador.
Que traían armas largas
-y en México ¿quién no?-
también pasamontañas
y el celular se les quitó.
Todavía le preguntaron
¿es usted este señor?;
a los amigos los bajaron
y el misterio comenzó.
Lo llevaron secuestrado
el rumor se esparció
al rato salió ufano
a declarar el gobernador:
está preso por sus actos
la estafa de corrupción.
Un traslado inmediato;
al reclusorio ingresó
y todos afirmaron:
“la justicia le cayó”.
Qué verdad tan incierta:
ni había orden de aprehensión.
Vaya fiasco este drama
de falsa declaración
adelantarse sin datos
es la cuarta transformación:
Sea polémico, invente
sello de comunicación
Y ¿dónde andaba el susodicho?
no nos deje sin explicación.