Friday, 26 de April de 2024

Los parquímetros, una incongruencia

Por Zeus Munive / /

El 29 de septiembre del 2015 (es decir, hace poco más de un año) el todavía presidente municipal Antonio Gali Fayad canceló la instalación de los parquímetros en la ciudad de Puebla. El argumento que usó el ahora gobernador electo fue porque el cobro del uso de la vía pública serían un golpe a la economía de los poblanos.

Y cito las palabras de Tony Gali del 30 de septiembre publicadas en diario Cambio: "Por los costos, el estudio está totalmente terminado pero hay que ver qué ventaja le damos a los ciudadanos. Si tú por detenerte en la calle que es una vía pública, una hora te puede costar 8 o 10 pesos, pues definitivamente no da".

Hace un año la gasolina estaba más barata que hoy.

Hace un año el dólar no andaba en el rango de los 20 pesos.

Por lo tanto, el poder adquisitivo de los mexicanos estaba mejor en el 2015. Y sino me creen busquen en sus pagos de supermercados de hace un año y de ahora. Comparen. Y vean cómo el costo de los perecederos y canasta básica ha subido (este comentario no es para los políticos, pues ellos en general desconocen lo que se gasta en un hogar promedio).

Basado en lo que dijo en ese entonces el gobernador electo, ¿por qué echar a andar un proyecto que fue rechazado por los ciudadanos y que efectivamente golpea el bolsillo de los poblanos?

La iniciativa presentada por Oswaldo Jiménez y avalada por el actual alcalde, puede que sea positiva pero suena incongruente en este momento porque si la echó abajo el alcalde que sí fue electo por la ciudadanía en el 2013 podría interpretarse, entonces, que solo fue de carácter electorero.

A nadie le conviene que se dé esa lectura.

Los que conocemos a Tony Gali sabemos que sus declaraciones fueron honestas ya que siempre ha sido un personaje sensible, tolerante y que escucha. La iniciativa propuesta por el regidor Jiménez en vez de ayudar, entorpece ahora que viene un cambio de Gobierno y  podría poner en mal al ahora gobernador electo, porque al fin y al cabo la gente en el 2013 votó por él para la Presidencia Municipal y confió en su juicio, tan es así que los poblanos le ratificaron su confianza en junio pasado en las urnas.

Además, con los últimos movimientos en la economía nacional y que subieron las tasas de interés,  anunciado la semana pasada por Banxico, va a lacerar más a los bolsillos.

La medida de Oswaldo Jiménez, además, pareciera que se aprovecha de la carencia de memoria de los mexicanos y podría uno pensar que se debe pagar algún favor a algún empresario con el cual ya se había acordado contratar el servicio de parquímetros, anteriormente.

 Por ejemplo, un sobrino del actual diputado panista Franco Rodríguez Regordosa es uno de los dueños de las empresas que instala parquímetros en el país y podría uno pensar que la concesión es para la familia del diputado albiazul.

En lo personal no estoy en contra de que haya parquímetros. Quizá sí ordene nuestra ciudad, pero es poco congruente debido a que el gobernador electo retiró su propuesta basado en algo real: la economía mexicana no está para hacer gastar más a quienes cada vez menos tienen.  Muchos creímos en sus palabras hace un año.

Queremos seguir creyendo.

 No obstante, como de todas maneras se va a llevar a cabo este proyecto, por qué no de una vez le entran de lleno a regular el cobro de los estacionamientos en el centro histórico, en primer lugar y, en segundo, a quitar el de los cajones en los centros comerciales y plazas.

Hay aparcamientos  que cobran hasta 20 pesos por hora. ¿Por qué? ¿De parte de quién? En el caso de los centros comerciales como Angelópolis no solo los poblanos consumen sino hasta deben pagar por ir a consumir. Y lo peor en muchos centros comerciales no se hacen responsables por lo que ocurra al auto.

¿Un gobierno para quién trabaja para los que más tienen o para los que menos tienen?

No nos hagan pensar que como no hay elecciones hasta dentro de dos años nos la van a aplicar con medidas que pueden afectar a la mayoría de los poblanos y, por congruencia y por respaldo al gobernador electo (y quien ganó en las urnas la alcaldía en el 2013) deberían honrar su palabra.

Lo aquí escrito no es con mala leche. Solo es una mera sugerencia.

 

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