Carlos Moreno Sánchez, ahora ex director de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la BUAP, sí firmó su renuncia a su cargo, pero no desde la semana pasada sino desde hace dos años cuando le hicieron una auditoría y se encontraron irregularidades por sobre costos en obras en la institución. El famoso “doctor Peluquín” tiene perdida la dirección por donde lo quieran ver. Incluso si es que quisiera hacer un estudio especializado de su firma porque se demostraría que sí puso su rúbrica y no se la falsificaron, como él sugirió.
Quiso jugar las contras al rector Esparza y se topó con pared.
El conflicto en la facultad no empezó apenas sino cuando fue nombrado director de Derecho sustituyendo a Guillermo Nares (quien al final salió por la puerta trasera). Resulta que a todos los académicos les prometió mejora de aulas, baños, equipo tecnológico para sus clases y nunca cumplió. Les dijo que buscaría interceder por ellos para mejoras salariales ante el rector y se le olvidó.
En cambio, mandó a remodelar su oficina y la dejó de súper lujo. Y a través de su contador Roberto Garduño hicieron números que les rebotaron en una auditoría enviada por la administración central, pues no cuadraban.
Dicen que actualmente los baños son un asco en toda la facultad, excepto los de don Peluquín, quien hasta tiene sus jabones neutros y toallitas para no rasparse las narices cuando estornuda. Una verdadera elegancia. Todo perfumado. Todo elegante. Todo carísimo. Es un honor usar el WC del doctor en Derecho.
Hace dos años su cabeza (con todo y peluquín integrado) estaba por rodar. El mismo Carlos Moreno firmó su renuncia y la envió a la administración central. Ahí al final, el rector le perdonó la vida pero se quedó con su carta y sirvió como póliza de seguro, por aquello de las recochinas dudas.
Y ya saben, el típico diálogo, “rector, si ya no me quieres aquí. Mira aquí está mi carta de renuncia y ya yo me voy. Los cargos son pasajeros” y más bla, bla, bla, que es acompañado por varias lágrimas.
Al final, el rector se compadeció, lo regañó y lo perdonó. Y tras el “pero ya no queremos más problemas”, a Carlos Moreno Sánchez se le olvidó. Prometió a varios hacerlos directores del posgrado y no cumplió, caso el doctor Francisco Martínez Alpizar (un excelente abogado laborista, por cierto).
A los académicos los olvidó. Vivió en una nube con buenos salarios para él y sus más cercanos.
“Quiso ser Guillermo Nares pero se le olvidó que Nares solo hay uno”, nos comentó una fuente anoche que platicábamos con él, tras el escándalo.
Las fuentes consultadas entre ellos varios académicos nos revelaron que Carlos Moreno Sánchez usaba de tapadera para sus temas económicos a su contador Roberto Garduño, y que fueron tantas las críticas que llegaron a Rectoría, que Alfonso Esparza estalló y no se la perdonó más.
Hace dos semanas, el rector anunció que asistiría al Informe de actividades del director de la Facultad y que inaugurarían unas aulas. Carlos Moreno Sánchez llenó el auditorio de la Facultad y de pronto el rector no apareció. Fue el mensaje de “ya no te quiero volver a ver”.
Entonces quiso enfrentar a Esparza a través del secretario general René Valdivieso y a través de Julio Franco, pero se topó con Pared. La carta de renuncia reapareció con fecha de 22 de febrero del 2016 recibido en Rectoría.
Hay “manos negras” que al enterarse de ello, intentaron meter mano y asesorar al inconforme (ahora ex director de la Facultad) para desestabilizar al rector, lo que no supieron es que Alfonso Esparza ya tiene la película completa por lo que de plano oficializó su renuncia.
Carlos Moreno Sánchez anoche fue al programa de televisión por Internet #Juego de Troles, dejando una puerta abierta de negociación con Esparza y acusando al secretario general de la Buap y a sus operadores de correrlo de la institución, en espera de una negociación y que sea perdonado, nuevamente como hace dos años.
Lo que no midió es que la carta de renuncia él mismo la firmó y que es válida.
La pregunta que no sabemos hasta ahorita ¿Lo perdonará Esparza?
La comunidad académica de Derecho no quiere a Carlos Moreno Sánchez y seguramente respaldarán al rector si es que cae su cabeza (con todo y peluquín).