Sunday, 05 de May de 2024

El Mono viste a la moda

Martes, 12 Marzo 2013 21:35

El casting de ELLE México Diseña 2013

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¿Cómo ven? Sí me tocó contarles el casting ¡Pues ahí les va!

Sí, por fin me pude inscribir en ELLE México Diseña 2013 y me llegó un correo de confirmación, fui feliz, todos fuimos felices.

Días después me llegó otro correíto que decía:

Ejem. Ejem

Buenas tardes
¡De entre 900 participantes tú fuiste seleccionado! Te informamos que tienes que presentarte a las 9:00 am, el día 28 de Febrero en el Centro Cultural Roberto Cantoral.

Ahí si me cag…

Digamos que perdí la compostura.

La emoción fue mucha y por supuesto, también fui feliz.

Me llegó el mentado correo que ve tú a saber si era cierto que fueron más de 900, pero lo bueno es que yo ya estaba contemplado para el gran casting.  Esa era la meta propuesta para este año, claro que sí, llegar al casting, no me importaba si quedaba o no, lo único que quería era llegar, digo, que la torcida de boca y los pesitos que me gasté en mi vestido valieran la pena ¿no?

¡Vámonos al casting!

Pues ahí me tienen, haciendo maleta, guardando el vestido y toda la cosa, el Mono, bien puesto para su casting. Salí de Puebla a las 6 de la mañana, no encontré otra salida más temprano, total, llegué a la terminal de Taxqueña como a las 8:30 de la mañana, ya saben el tráfico en #DF es horrible y los nervios digamos que no ayudaban mucho.

Ya estaba mi hermano en la terminal esperándome, sí el Pollo, imagínense un Pollo y un Mono, en la gran ciudad.

Como pudimos llegamos al recinto, porque el taxista no sabía dónde quedaba eso “No mi joven es que yo esa ruta, pues no se la manejo”

Total ya en el lugar, entramos y sin saber ni qué onda un chavo del staff, me quitó mi vestido y me dio un número y ahora sí, a esperar.

¡Venga Mono, el primer filtro!

Después de esperar un par de horas (Mi primer filtro fue a las 12 del día) por fin me tocó pasar. Rápido me paré y comencé a vestir a mi maniquí, primero la crinolina. Cuando la coloqué los comentarios no se hicieron esperar, criticando mi humilde crinolina, diciendo que seguro iba a ser un vestido de XV años de pueblo.

¡¡Nah!! No hice caso, siguiente paso, el famosísimo vestido, fue un verdadero orgasmo colocar el vestido en el maniquí y ver la cara de todos los participantes, acompañantes y personas del staff.

Cuando coloqué el vestido y comencé a acomodarlo para que se viera bien “cuco” la gente comenzó a acercarse al vestido y comenzaron a preguntarme cosas y tomarle fotos, muchas señoras veían encantadas el tejido del vestido y me preguntaban una y otra vez si yo lo había tejido (señoras mías les repito nuevamente, sí yo mero, aquí su servilleta, se la pasó teje y teje en sus vacaciones).



Por fin me llamaron, entré al pequeño lugar dónde los primeros “jueces” evaluaban las prendas, honestamente yo no tenía idea  de cómo sería el casting, de hecho yo pensé que así sería, después me enteré que no, que eso sólo lo hicieron en #DF, no sé por qué lo hicieron así.

Primero entró mi vestido y después me llamaron, cuando pasé, solo leyeron mi nombre de la hoja de registro y una de los jueces me dijo:

—Felicidades, está hermoso tu vestido, pasas al siguiente filtro
—Gracias—respondí—Pero… ¿No me van a preguntar nada?
—No, eso ya te toca con Sara y los otros jueces, tu vestido está bien hecho y es buena propuesta la que traes, no te puedo decir más, me encantó

¡Mocos! eso pasó en menos de un minuto, tardé más en poner el vestido que en lo que estuve con ellos, salí y comencé a desvestir al maniquí, mi hermano se acercó y me preguntó:

—¿Qué te dijeron?
—Nada, solo que ya pasé al siguiente filtro

No me lo creía, no sé porque pero me puse muy contento.

La larga espera

Bueno después de mi lapso de felicidad, vinieron horas y horas de espera. Mi casting con Sara me tocó hasta las 9 de la noche, así es, no me moví en lo absoluto, ahí estuve, no comí, solo tomé agua y fumé unos cuantos cigarros, pa’ bajar el estrés, mi hermano no me decía nada, sólo me veía, ya no sabía de qué platicar, ya habíamos agotado todos los temas. Fue horrible.



Por fin me llamaron:

—¿El 62? participante 62

¡Vientos! Me paré cual chapulín en comal y me dirigí a la chica que me había llamado, me llevó por el estacionamiento, para entrar a la zona de los camerinos, todavía ahí me hicieron esperar, comenzaron a correr los paramédicos y algunas personas del staff.

¡Zas! Se desmalló una modelo, mmmm no hice caso. Tonto Mono, era mi modelo la que se dejó caer cual costal de papas, para mi suerte de Mono en la capital ya tenían a otra chica que estaba lista con todo y mi vestido, eso es rapidez, total, me pasaron para maquillarme y colocarme el micrófono, ah qué manoseada me dieron. jejeje

Faltaba poco para que entrara al nada improvisado set de grabación del casting, cuando una de las chicas del staff me llamó y me metió al camerino para checar mi vestido, me sorprendí al ver a varias chicas viendo mi diseño sorprendidas y muy emocionadas. Por ahí hicieron el comentario que definitivamente mi diseño debe ser la portada de ELLE México. blush

Como no hubo ajustes que hacer, salimos y nos dirigimos al set de grabación, donde por fin tendría mi entrevista con los jueces.

Créetela Mono, créetela

Ya listos, subimos al set, primero pasaba la modelo y hacia una pequeña pasarela para lucir el diseño, después, el diseñador.

Yo estaba, tieso, pálido y muerto de los nervios, el chico del staff me dio algunas indicaciones pero la verdad no hice caso, es más ni me acuerdo de lo que me dijo.

—wa wa wa wa waaaaaaaaaaaaaa

Y yo

— Ajá, si okei, claro…

Sólo recuerdo que me dijo: suelo, una “t”, mira al frente, jueces, pásale, vas te tocaaaaa

Entré, mis piernas eran similares a las de Bambí cuando comenzó a caminar, mi voz se quebraba cual chamaco regañado, sí, ahí estaban los jueces, los temidos jueces, Rolando Santana, Sara Galindo y Andy Torres.

Un entre cortado “¿Holoooooooooo?” salió de mi boca, me paré sobre la letra T que estaba en el piso y mirando a los jueces, a un ladito de mi modelo, sin moverme pa’ no salir de cuadro.

—Hola Rafael, cuéntanos de tu vestido— Dijo Sara Galindo, mientras revisaba mi book.

En ese momento los nervios se fueron, sí, me sentí súper tranquilo y las ideas se pudieron hilar, expliqué la inspiración de mi diseño, una artesanía de mi tierra, el estado de Guerrero, porque eso sí, aunque fui como representante de Puebla, siempre dejé claro que mi lugar de nacimiento es Chilpancingo Guerrero.
Tras mi justificación, los jueces quedaron todavía más impactados, los mejores comentarios que pude recibir fueron los de Rolando Santana, quien dijo que veía mi vestido en una pasarela de Dior, que a ese nivel estoy. #Aywey

Morí y reviví en ese momento, no me la creía.

Rolando me preguntó que en dónde vendía mis diseños…

Dudé un segundo.

—Este… pues… fíjese que no los vendo— dije, con ganas de decirle “Patroncito”.

Andy inmediatamente me dijo:

—Dame una buena razón para no vender tus diseños

—Este… mmm… jejeje…. híjoles… es que no soy diseñador de moda, soy diseñador gráfico…

Hubieran visto la cara de los tres cuando dije eso, creí que me había echado la soga al cuello y que me dirían, pues pásale mijito, suerte pa’ la próxima, pero no.

Andy Torres me dijo:

—Rafa, pues no sé cómo le vas a hacer, pero definitivamente, tienes que dedicarte a esto, es lo mejor que hemos visto en todo el día, muchas felicidades.

Nuevamente, morí y reviví en ese momento.

Sara Galindo no me decía nada, sólo observaba, los que hablaron prácticamente en mi casting solo fueron Rolando y Andy.

Pues veamos si pasa la prueba, vamos a checar el cuadro de tu diseño, veremos que tan editorial es y si funciona para la portada de ELLE México— Dijo Sara, mientras mi modelo pasaba a unos marcos, como de puerta que estaban a un lado del set, tenían muchos foquitos, yo quería voltear para ver bien lo que pasaba pero recordé que me dijeron que solo mirara al frente y a la cámara que me correspondía, a ningún otro lugar.

Con una sonrisa, Sara me dijo:

Rafa ¿Qué crees?
—¿Qué?— Respondí y no sé por qué me dieron muchas ganas de llorar, no lo sé, no me lo explico aun.
—Te tengo una noticia
—¿Cuál?— No podía responder nada más, sentí que si decía otra palabra me iba a soltar a chillar como puerco atorado.
Rafa, muchas felicidades, eres semifinalista  de ELLE México Diseña 2013, tu vestido es increíble, muchas felicidades.

Cuando escuché esto de la voz de Sara, fue como si me quitaran unos 100 kilos de encima, me sentí tan aliviado, tan a gusto, tan… tan, tranquilo, lo único que hice fue brincar emocionado y decir miles de veces “Gracias”.

Mi modelo se dio la vuelta y me tomó de la mano para salir del set, cuando ya íbamos casi saliendo, Sara me preguntó:

—Oye Rafa ¿Qué vas a hacer si ganas?
—Aprovechar al máximo el premio— respondí.

Sara sonrió y continuó mirando mi book.

Salí del set, y esperé un momento a que me soltaran, ya quería ver al Pollo y darle la buena nueva… mi hermano estaba ya esperándome junto con el conductor del programa, mi hermano al verme me preguntó:

—¿Qué pasó? ¿Te quedaste?
—Siiiiiiiiiiiiiiiiiií— respondí y corrí a abrazar a mi hermano.

El conductor del programa comenzó a entrevistarme la verdad no recuerdo todo lo que me preguntó, yo solamente respondía y sonreía.

Después de la entrevista pasé a la zona donde grababan el testimonial, sí, ese momento que imaginaba cuando tejía las flores de mi vestido, por fin se hacía realidad, mi presentación ante el programa como semifinalista:



—Soy Rafael Pérez Castrejón, vengo de Puebla y soy semifinalista de ELLE México Diseña 2013 smiley

Así comenzó mi testimonial.

Lo demás ya es historia, estaba feliz, le llamé a todo el mundo, por fin lloré cuando hablé con mi hermana y mi papá, los mensajes no paraban de llegar a mi celular y yo no me creía todo lo que me había pasado, bien valió la pena esperar más de 12 horas sin comer y con los nervios de punta.

Ahora, la espera todavía sigue, no sé si soy uno de los 10 finalistas, no sé si estaré en el programa y viviré la gran final, pero bueno, lo bailado nadie me lo quita y estoy muy orgulloso de mi trabajo.