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Esta columna ya será historia en unas cuantas horas.
Es más, esto que vamos a ver y a vivir nunca lo habríamos pensado hace tres años.
En cosa de unas cuantas horas sabremos el resolutivo de la Comisión Nacional de Derechos Humanos que cambiará la historia de Puebla.
Si el dictamen del Ombudsman responsabiliza de la muerte del menor José Luis Tehuatlie Tamayo a la Secretaría de Seguridad Pública, Moreno Valle recibirá un daño colateral, pues siempre hay un jefe.
Y el jefe de Facundo Rosas se llama Rafael Moreno Valle Rosas.
En ese momento se caerán las cabezas de cochino donadas amablemente por el carnicero Juan Pablo Piña Kurzyn.
Se vendrán abajo las opiniones de la Policía Científica, órgano creado por Facundo Rosas, but the way.
Las piedras de alto calibre solo serán las que se toma don Luis Maldonado para recuperarse de la resaca de tanto alcohol que ingiere en sus tertulias que casi diario arma en Casa Aguayo. Maldonado ya es conocido por sus pachangas como el secretario general de la Risa, la Bohemia y la Tambora (Contrataciones al 232 8372. Es un centro botanero ahí lo llaman).
Los cohetones de onda expansiva creados por el procurador Víctor Carrancá se cebarán, como dicen... sí, los coheteros.
La “dañosidad” (sic) de Carrancá será solo un mito, o mejor dicho una mitosidad, en palabras de este erudito.
Las intentonas de coaccionar a doña Elia Tamayo, madre del niño asesinado el pasado 9 de julio, quedarán grabadas en la conciencia de los funcionarios que intentaron silenciarla.
Los medios que gritaron “¡fue un cohetón!” callarán como los mariachis de José Alfredo Jiménez.
Rafael Moreno Valle será un gobernador que tendrá un daño colateral. No se le verá con respeto.
Ahora sí, Gustavo Madero seguirá negociando con El Yunque y con los enemigos del góber poblano (como lo hizo con Eduardo Rivera) para construir su propia candidatura a la Presidencia de la República.
Madero mirará con compasión a su mecenas, le dirá a todo que sí. Le seguirá sacando lana y de manera política en corto seguro le comentará: “nos chingaron, compadre”.
Ese Madero además de ser un loquillo, es un ladino.
Moreno Valle pasará a ser parte de la historia universal de la ignominia.
Pero en caso contrario…
Si el Ombudsman protege a Moreno Valle, a Facundo Rosas y a Víctor Carrancá… entonces, señores, esto será un infiernillo.
Y sí irán al corralón los coches que no cambien placas. Será clausurado el drenaje de los morosos que no han pagado el agua.
Habrá expropiaciones sin ton ni son.
Habrá un Disneylandia en la Pirámide de Cholula.
Los medios que criticamos a Rafael Moreno Valle terminaremos como los loquitos de la cuadra.
A Jorge Aguilar Chedraui le saldrá pelo.
Moreno Valle será un candidato natural a la Presidencia de la República.
Los troles que contrata comunicación social en Twitter regresarán a acusar a la mamá de José Luis Tehuatlie de la muerte de su hijo.
Roxana Luna será la enemiga pública número uno.
Mario Marín regresará a ser el apestado del inicio de este sexenio.
López Zavala otra vez se deslindará de Mario Marín.
Piña Kurzyn seguró dirá que a chillidos de marrano, oídos de carnicero.
Luis Maldonado no será alcohólico. Otra vez será un intelectual.
En Puebla será el único lugar en el que a los policías se les vea como santos y se siga permitiendo que los uniformados sean tratantes de blancas.
Y Gustavo Madero se cuadrará con el gobernador poblano. Hará una rueda de prensa y seguro pedirá a algún sacerdote que realice un Te Deum y una oración por el góber. “Nosotros siempre lo dijimos, Moreno Valle era inocente”.
Hoy a la media tarde, Puebla será otra, como ya lo fue después del nueve de julio.
Y así de un plumazo, en cuestión de segundos, como en ese instante cuando el proyectil que impactó la cabeza de José Luis Alberto Tehuatlie y provocó su muerte, se cambiará nuevamente la historia.
Y es que como bien lo dijo Mona Bell y en su momento Jhony Laboriel: "La vida es una tómbola, tom, tom, tómbola...la vida es una tómbola, tom, tom, tómbola..."