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Un día de estos que tenga tiempo y mis maestros no se ensañen con dejar tantísima tarea, prometo que envalentonarme como los priistas y ponerme así súper ruda, intensa y bélica, al grado que ustedes no sabrán ni qué onda, si soy yo o es el espíritu guerrero de la lideresa del tricolor, Ana Isabel Allande, el que escribe todas mis columnas.
Nomás es cuestión que me mentalice para que, al igual que Ana Isabel Allende en su estrenada como dirigente del PRI, tenga la fortaleza —que ella retequete demostró— para encarar al tirano que tenemos como gobernador en Puebla.
Así con mi cara de no mato ni una mosca, frente al auditorio atiborrado de raza intensa, con la cabeza en alto, la voz firme, con pose de Lupita D’Alessio y con la rabia contenida por la muerte de un niño de 13 años en manos de Policías estatales que el gobernador, que el mismísimo gobernador Rafael Moreno Valle, sí ese, el único culpable de la sangre en Chalchihuapan, le voy a decir, con todas mis fuerzas, con toda mi ira que, —prepárense para leer algo muy cabrón, si usted tiene problemas cardiacos cierre esta columna; si hay niños a su lado, aléjelos y si usted a pesar de mi advertencia decide quedarse, considere que es bajo su propio riesgo— que el gobernador de Puebla tiene… que el gobernador de Puebla tiene —no me atrevo a escribirlo. Dios dame valor o me va a amanecer—que el gobernador de Puebla tiene Un Corazón De Concreto Hidráulico…
#Plop.
Nooooooooooooo, de concreto hidráulico, noooooooooooo.
Todo menos de concreto hidráulico.
Violencia innecesaria, Isabel.
Estoy segura —porque no necesité fuentes que me lo dijeran, me lo dicta el sentido común— que cuando Moreno Valle se enteró de las inclementes y despiadadas palabras de Ana Isabel Allende, corrió de sus sirvientes cubriéndose la cara y aventando floreros y macetas a su paso y se encerró en su estudio a llorar, abrazado de su gato Kobblens, por más de tres horas.
Uffff.
Sí, tuvimos que esperar cuatro años para que el PRI alzara la voz contra su verdugo; para que el PRI encarara al dictadorzuelo que domina las tierras poblanas; para que el PRI hiciera eco de todas las voces que reprueban a Moreno Valle; para que el PRI asumiera su verdadero papel de oposición.
Tuvieron que pasar estos 4 largos, lentos, tortuosos, sangrientos, caros, ocurrentes, excesivos, autoritarios, faraónicos y megalómanos años del morenovallismo para que el PRI lanzara una pinche cursilería.
Ay Jesús mío.
¿Neta, “Corazón de cemento hidráulico”? Eso suena a una mala canción ochentera de Lucía Méndez, retomada por María José y coreada en los palenques de todos los pueblos por solteronas, casadas, mal casadas, mal atendidas, divorciadas, mal encaradas, mal entonadas, infieles, foveralone´s, copetonas y desesperadas y como en esos adjetivos cabemos muchas cantemos todas con Ana Isabel Allente al estilo priista:
Porque sin ti-iiii, querido amor, sin ti-iiiii
no sé sobrevivi-iiiiiiiiiiiir,
corazón hidráulico, corazón
corazón hidráulico, corazón
corazón hidráulico...
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El gobierno de Rafael Moreno Valle es el responsable de la muerte de un niño de 13 años, de la mutilación de otros civiles, de la violación de derechos humanos de Chalchihuapan —CNDH, dixit—, así como de puntadas como: la remodelación del estadio Cuauhtémoc por casi 700 millones de pesos, la construcción del Museo Internacional Barroco por 7 mil millones de pesos y por una deuda de unos 23 mil y pico millones de pesos pagadera a 30 malditos años y a la nueva lideresa del tricolor en Puebla nomás se le ocurrió decirle a Moreno Valle que tiene un corazón de cemento hidráulico —por aquello de la calidad, de que no le salen baches, que dura 25 años y que soporta tráfico pesado—.
Lo más rescatable de su discurso en la toma de protesta fue:
No queremos gobiernos con corazón de concreto hidráulico, queremos gobiernos con rostro humano y sensible que de verdad respeten los derechos humanos, que generen desarrollo social”.
Uy qué mello. A ver si Rafael se atreve a matar a otro chamaco después de semejante madriza.
Ana Isabel, César Camacho e Ivonne Ortega llegaron con discursos timoratos y escurridizos sobre la grave situación que atraviesa Puebla: ninguno de los tres se atrevió a decirle a Rafael Moreno Valle que cargará por siempre en su espalda con la vida de un niño de 13 años. Ninguno de los tres habló del tema Chalchihuapan ante los 4 mil priistas reunidos en el Complejo Cultural Universitario. Ninguno de los tres encaró al gobernador ni por asomo.
César Camacho e Ivonne Ortega hablaron de las elecciones y de la unidad, y del presidente Enrique Peña, y de lo glorioso del PRI y de mil cosas más. Pero no hablaron de lo importante para Puebla. Excepto César Camacho que se puso muy valiente ante los medios de comunicación, pero no ante su auditorio.
La llegada de Anita Isabel Allende no promete nada para el PRI ni representa problema, o estorbo, o ruido o molestia alguna para Rafael Moreno Valle.
#PueblaestádeLuto pero al PRI le vale madre.
¿Así o más blandita la nueva lideresa del partidazo?
Miau.
Nota bene: Escribo cursilerías como eufemismo de una palabrota prohibida para un espacio familiar como este.