Columnas Anteriores
Debe ser el ambiente escabroso de Todos Santos; la parafernalia de brujas, demonios, muertos que regresan al hogar, fantasmas aulladores, espíritus chocarreros en cada esquina de la ciudad; o la publicidad desmedida y asfixiante de la muñeca del mal Anabelle; las mil 200 catrinas en mi muro de Facebook, o de plano la influencia de José Luis Olmos con sus Brujos del Poder o mi trauma con Alejandro Dumas y sus nueve puertas al infierno, pero el caso es que yo nomás no dejo de pensar que el gobernador Rafael Moreno Valle tiene tratos macabros e inconfesables con el mismísimo Satanás.
—Cruz, Cruz que se vaya el diablo y que venga Jesús (ese decreto me lo enseñó mi abuelita Victoria para evitar la aparición del mismísimo luego de decir su nombre) No olvide hacer la cruz con sus deditos índices (Si usted no tiene deditos índices, hágalo con otros deditos o con lo que tenga cerca, pero sin la cruz no funciona el decreto y se atiene usted a las consecuencias)—.
Les juro por mi ombligo enterrado en Chilpancingo debajo del aguacate que he buscado incansablemente otra explicación al extraño caso del gobernador poblano. Le he preguntado a sabios, cojos, periodistas, afanadoras, campesinos, presos políticos y vendedores de pepinos y nadie me ha dado una respuesta racional. Lo más concreto que me han dicho sobre la buena estrella de Moreno Valle es que “así es la política”.
#Plop.
No es normal que una persona que sea taaaaaaan malvada como Moreno Valle, tenga tanta buena suerte. No es de Dios eso.
Cómo es posible que sus policías maten a un niño; que su gobierno criminalice a sus opositores; que tenga a Puebla hundida en la pobreza; que derroche el dinero público en fiestas, en Estrellotas de la Fortuna de 80 metros, en fuentecitas danzarinas y en trenes climatizados; que se apodere de su partido político; que haga campaña para Los Pinos con recursos públicos; que mienta de manera reiterada; que ignore las necesidades de su pueblo; que abuse sistemáticamente de sus gobernados; que tenga a un centenar de presos políticos y aun así, esté en condiciones de ser presidente de la República.
—Cruz, cruz que se vaya el diablo y que venga Jesús (es el decreto pa’ alejar al diablo)—
La única explicación lógica es que Moreno Valle haya hecho un pacto con Satán.
Turururún.—Léase con tono de misterio—
Turururún.
Turururún.
Según José Gil Olmos en sus Brujos del Poder, muchos políticos mexicanos recurren a la magia, la hechicería y demás para perpetuarse en el poder —Una de las protagonistas del libro es Elba Esther con un hechizo que incluía un león, un baile exótico, unos cánticos malignos y una toalla sanitaria—. Y no hay de otra: o Moreno Valle encontró las nueve puertas al infierno o le entregó su alma al ángel caído.
Por eso cuando todo le sale mal, le sale bien.
Les ofrezco 5 pruebas fehacientes de la intervención diabólica en los planes de Moreno Valle:
**
1. En el momento en que Chalchihuapan estaba en el ojo del huracán, en las primeras planas de los periódicos, en las columnas más importantes del país, en las redes sociales con su apasionante hervidero, 43 estudiantes de Ayotzinapa se pierden en los brazos del narco estado guerrerense y por qué no el Ejército hace de las suyas en Tlatlaya.
El tema de José Luis Tlehuatlie pasa a tercer plano. Todo es Ayotzinapa y mis 43 paisanos perdidos en la narcoinmensidad de la fosa guerrerense.
Tan abstraído está el país en los estudiantes de la Isidro Burgos, que Moreno Valle retomó su política represora y regresó a Chalchihuapan por su venganza.
2. Hace ya casi dos años que Elba Esther Gordillo cayó en las manos de la justicia por enriquecimiento ilícito, delincuencia organizada y quién sabe qué tantos delitos más. Todos los opositores del gobernador soñamos con la caída estrepitosa del proyecto político de Moreno Valle y con el fin del imperio morenovallista.
No, pasó nada.
Nomás se quedó mudo como tres meses. Pero luego se recuperó, se le olvidó y se concentró en “coadyuvar” con el Pacto por México.
#TampocoesdeDios
3. Cuando inició el gobierno de Enrique Peña Nieto, algunos ilusos clamamos que el gobernador vería su suerte y sabría lo que es amar a Dios en tierra ajena.
Sí, Peña Nieto es lépero con él ¿y?
Sí, Moreno Valle se ha puesto muy nervioso ¿y?
Sí, fue una falsa alarma.
No, Moreno Valle no ha amado a Dios en tierra ajena.
4. En el 2013, los periodistas más antimorenovallistas en Puebla dijimos que el PRI regresaba por su venganza del 2010, que venía por el carro completo, que Moreno Valle mordería el polvo y sería humillado hasta las lágrimas por el poder del gobierno federal.
Cri cri.
La historia ya se la saben. El PRI perdió casi todo.
Por supuesto, el músculo del gobierno federal y la ira de Peña Nieto son un mito genial en Puebla.
Obvio, lo mismo dicen para el 2015. Pero yo ya no les creo nada, nadita.
5. Justo cuando Rafael Moreno Valle dice una barrabasada del tamaño de “un cohetón mató al niño” en la refriega en Chalchihuapan, llega muy dicharachero y jacarandoso el mandatario Javier Duarte a decir que en Veracruz nomás se roban frutsis y pingüinos.
#Mátenme.
Obvio, medio país se indignó de la jarochada de Duarte —Hasta nota le hicieron en Deforma—.
Of Course, del cohetón súper dotado nomás nos indignamos unos cuántos en Puebla.
**
¿Ya me creen?
La única alternativa que existe para combatir la maldad de Lucifer y sus planes presidenciales con Moreno Valle es pintarle una cruz al gobernador cada vez que lo vean.
Ya si se ponen muy extremos, persígenense con fervor guadalupano y así, disimuladamente, échenle agua bendita y un padrenuestro hasta que se retuerza, saque espuma verde por la boca y grite improperios en arameo costeño.
Nadie aguanta un exorcismo, ni siquiera Moreno Valle.
¡Y ahora sí, va a caer! —jajajajaja—
Miau.