Friday, 26 de April de 2024

Dios en el Poder

Martes, 25 Agosto 2015 01:21
Selene Rios Andraca

Moreno Valle ni quiere ni quiso ni querrá la Presidencia de México

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Hay días en los que puedo jurar por todos los santos milagrosos y los no tanto que el dichoso proyecto presidencial del gobernador Rafael Moreno Valle es una estrategia de distracción creada por alguna Olivia Pope región cuatro para que poblanos y agregados ignoremos las barrabasadas de despedida del morenovallismo.

Es imposible que un mandatario que tenga la intención de competir con todas sus canicas contra Gustavo Madero, Margarita Zavala o Ricardo Anaya por la candidatura del PAN en el 2018,se le ocurra deshacer una obra de más de 200 millones de pesos  y con menos de 7 meses de inauguración para agregarle unos carriles que olvidaron hacer desde el principio. —Yo siento que esa obra de la 31 poniente y el bulevar Atlixcáyotl lleva todo el sexenio—.

Hasta el momento no hay una sola prueba contundente sobre las aspiraciones de Moreno Valle para llegar a los Pinos o para postergar el morenovallismo en Casa Puebla. Lo único que tenemos a la mano son rumores y especulaciones —sobre todo desde que el mandatario comenzó a perder peso y a abrazar a chamaquitos en sus eventos oficiales— en especial de los periodistas enemigos del progreso y de la “transformación que sigue”.  

Seamos realistas, ningún mandatario con un nivel de rechazo del 67 por ciento entre sus gobernados puede aspirar a ganar una candidatura presidencial (cifras de Mas Data publicadas en agosto pasado) y menos una elección federal contra personajes como Andrés Manuel López Obrador, Margarita Zavala o Manlio Fabio Beltrones.

Sesenta y siete por ciento de rechazo.
Sixty-seven por ciento de rechazo.
Soixante-sept por ciento de rechazo.
Siebenundsechzig por ciento de rechazo.
Sessantasette por ciento de rechazo.
Rokujüshichi por ciento de rechazo.
Sessenta e sete por ciento de rechazo.
Sekstisju por ciento de rechazo.
Zevenenzestig por ciento de rechazo.

Es decir, casi 7 de cada 10 poblanos están en desacuerdo con el gobierno de Rafael Moreno Valle y sus ocurrencias que van desde un tren de 800 millones de pesos; un estadio VIP de 700 millones de pesos; un Museo Internacional Barro de 7 mil millones de pesos hasta fotomultas, agua potable con 500% de incremento y verificentros con multas, retrasos y filas de más de 12 horas.    

Ningún gobernador con el mismo nivel de rechazo — o un poquito peor— que el famoso tan traído y llevado “Góber Precioso”, puede creer que tiene alguna oportunidad para gobernar este país.  

Vamos, a ningún gobernador que como Moreno Valle tenga una calificación reprobatoria de 5.2 puntos (Mas Data)entre sus gobernados le pasa por la cabeza, ni de chiste ni con drogas ni en pleno éxtasis,querer la Presidencia de la República.

Nadie que entienda de elecciones, de política o que tenga sentido común puede hacerle creer a un gobernador que puede ser Presidente de la República o ejecutar un plan transexenal en Casa Puebla cuando el 60 por ciento de los poblanos no quieren la continuidad del morenovallismo por más conciertos o Metrobuses gratis.

Por Dios, ninguna persona con más de dos dedos de frente puede creer que tiene posibilidades para gobernar la República cuando el 77 por ciento de los mexicanos (cifras de Reforma) jura por todos los cielos que nunca-jamás-enlavida-never-nimadres-niloco votaría por Moreno Valle para la grande —sin albur—.

La cereza en el pastel y mi argumento irrefutable sobre la mentira presidencial de Moreno Valle: nadie en este mundo mundial que aspira a ganarse el corazón de los mexicanos puede ordenarle a sus dipugatos que reformen el Código Electoral de Instituciones y Procesos Electorales para bloquear-impedir-aniquilar-aplastar-imposibilitar las candidaturas ciudadanas en Puebla.

A menos que en el cuarto de guerra del dichoso gobernador no se junten más de tres neuronas. Entonces sí es posible que los analistas permitieran que su Gallo a la Presidencia trascendiera a nivel nacional como el más antidemócrata, retrógrada y asustadín de los gobernadores del país.

—Diría Mayté Azuela, que Puebla va de un Góber Precioso a un Góber Miedoso—.

Cuando leí la propuesta del panista Jorge Aguilar Chedraui para que los candidatos ciudadanos recabaran el 3 por ciento de firmas del padrón (unas 131 mil para candidato a gobernador); la comparecencia de los firmantes ante el órgano electoral y la prohibición a cualquier militante de partido político, supuse que lo hacía con tanta tranquilidad antidemocrática porque el morenovallismo ya no tiene nada que perder.

Nadie los quiere.
La mayoría de los poblanos los rechaza.
Nadie les cree.
La mayoría de los poblanos no está de acuerdo con su gobierno.
El gobierno está reprobado.
Moreno Valle no tiene futuro.

Ese es el único escenario posible en el que bloquear las candidaturas ciudadanas tiene sentido y rendimiento político.  

Si Moreno Valle tuviera futuro político —y él y su equipo lo supieran— en lugar de consolidar la imagen de autoritario e insensible, estaría trabajando por cambiar o mejorar la percepción para la sucesión en 2016 y para la presidencial en 2018.

Quizá Máx Cortázar sea un profesional y operó mediáticamente el sexenio calderonista, pero o nadie lo escucha en el cuarto de guerra de Moreno Valle o por más que le hagan los morenovallistas en ese recóndito lugar de Casa Puebla entre todos los presentes no hay más de tres neuronas en funcionamiento.   

En conclusión, todo este tiempo hemos vivido engañados y Moreno Valle quiere la Presidencia de México tanto ustedes queridos lectores que el morenovallismo siga gobernando Puebla —Já, genial mi chistorete final ¿no? Sí me expliqué ¿verdad?—.

Miau.