Saturday, 11 de May de 2024

Crónicas marxianas

Domingo, 16 Agosto 2015 20:29
Zeus Munive

Los marinistas irían con Doger

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En el búnker de Mario Marín deshojan la margarita y analizan los perfiles para elegir a su candidato a la gubernatura.

La llegada de Manlio Fabio Beltrones a la dirigencia nacional del CEN del PRI se interpretó como recuperar los espacios perdidos para el tricolor a como dé lugar. Eso lo analizan los marinistas.

Doger, han dicho, es su única opción, pues saben que Blanca Alcalá no tiene un discurso que funcione para una campaña tan competida como la del 2016. Blanca es demasiado… mmm, como decirlo, eh…, pues blanca y eso no serviría en un combate que debe ser cuerpo a cuerpo.

Los marinistas saben que es una oportunidad para regresar o por lo menos sobrevivir. Dar el salto. Y ven la opción de Enrique Doger. Descartan a Jímenez Merino y Armenta Mier y es que dicen que no quieren cometer el error del 2010 al imponer a Javier López Zavala y Mario Montero, malos candidatos tanto a la alcaldía como a la gubernatura.

Lo único que esperan para darle todo su respaldo no solo moral sino económico es que Doger suba en las encuestas. Que logre convencer al grupo Sedesol encabezado por Juan Carlos Lastiri y secundado por Juan Manuel Vega Rayet y Alejandro Armenta. Estos últimos son quienes aún se niegan a definir una posición y más bien juegan a ver qué cachan.

Con Jiménez Merino no hay mala relación de los marinistas, pero es imposible construir una candidatura a en nueve meses. Que lo ubiquen en la ciudad es muy difícil. Se necesitaría además de recursos económicos que se dedique de tiempo completo a armar su campaña.

Doger si quiere obtener la candidatura deberá limar asperezas internas. Sentarse con cada uno de los grupos sociales que se han sentido amenazados por el actual sistema político. Armar compromisos y cumplirlos.

El ex alcalde deberá buscar hasta los panistas que han sido defenestrados por ese partido. Aguantar los embates y los embutes. Las intervenciones telefónicas y las amenazas.

Ya no deberá enojarse ni actuar con el hígado.

Los marinistas verdaderamente lo están viendo como una oportunidad, esto dicho por gente cercana a ese grupo.

No es un trabajo fácil el del ex rector de la BUAP, porque tras su paso por la alcaldía también se quedó con algunos cadáveres en su clóset. Es rearmar una estrategia en la que encabece todas las inconformidades y que logre convencer que es una opción o mejor dicho una alternativa.

No, no está fácil.

Si en diciembre usted se sube a un taxi y le dice el chofer en la charla que Doger tiene posibilidades, entonces, ya la hizo y los Marin’s boys estarán totalmente sumados a ese proyecto.

Es en serio, los marinistas ya ven con buenos ojos a quien resultó su peor enemigo en el pasado reciente.

La vida, como bien dijo alguna vez Monnabell, es una tómbola.