Friday, 26 de April de 2024

Dios en el Poder

Jueves, 18 Junio 2015 01:34
Selene Rios Andraca

Historias electorales de terror

Por :
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Han pasado casi dos semanas desde la elección y yo, como algunos morenovallistas, sigo sacando las cuentas y nomás no me salen. El Instituto Nacional Electoral ya hasta entregó las constancias de mayoría, y yo sigo sin entender en qué momento el PRI ganó la mayoría de los distritos y arrasó en la ciudad.

Los candidatos morenovallistas perdedores, Ángel Trauwitz, Xavier Albizuri y Angie Ramírez, nomás no entienden qué chingá pasó el 7 de junio. Honestamente yo tampoco y algo me dice en lo profundo de mi corazón —ya no voy a hablar mal de mi Angelito de la Guarda porque mi mamá me regaña— que los priistas tampoco tienen la menor idea de qué diablos sucedió.

Los tres morenovallistas de la ciudad hicieron lo que pudieron con sus canicas y vaya que traían canicas. Canicotas, digamos —Sin albur eh, luego me endilgan cosas que ni digo y ustedes quién sabe qué entienden—.

Ángelito Trauwtiz en el distrito XII—donde ganó Víctor Giorgana— tenía de todo: lana, apoyo de @Rafagobernador, lana, apoyo de @Rafagobernador, lana. Pero lo más importante —y lo más preocupante— es que la campaña fue en partida doble. Doble. Por un lado iba mi paisano y por el otro, Cabalán Macari con una super campañota que dejó en ridículo más de una vez al propietario.

¡No había forma de perder! ¡No, no, no!

El guapo Albizuri —que pasó deRegiThor a PerdeThor— trabajó el distrito VI de la capital con más de 12 meses de antelación. WTF. Por si fuera poco, hizo campaña con todo el abrigo y re$paldo de la administración del suegro Tony Gali. Léase con cuidado eso de todo el abrigo y re$paldo del Ayuntamiento capitalino. Todo es todo.

¡No había forma de perder, por Dios! ¡No, no, no!

La candidata del XI Angie Ramírez este… pues, iba con todo el este… pues este… es que ella… pues este… claro ella salió a hacer campaña con todo el apoyo y el respaldo de este… ¡Ay no lo sé! ¡No lo sé! Es más no sé de dónde salió. En sentido estricto ¿Quién es Angie? Era más conocida la Juani del Partido Verde que la Angie del PAN.

La única certeza que tengo sobre Angie es algo traía en la bolsa porque en más siete años no puso un pie Puebla y de buenas a primeras regresó a la ciudad, le inventaron un cargo para irse a las giras de Tony Gali y se llevó la candidatura.

¡No había forma de ganar, por Dios! ¡No, no no!

Para muestra: le ganó una chamaquita de 25 años, cuyo historial se reduce a su paso por el Congreso de Puebla como becaria de servicio social. Plop.

—Angie, te entiendo si vas a desaparecer de Puebla otros siete años después de semejante papelón, eh (También llévate a tu cuñado)—.

Ay Jesucrisito.

Más allá del castigo que emitieron los poblanos en contra de la administración de Rafael Moreno Valle por sus ocurrencias gubernamentales —la Ruedota, la #LeyBala, Chalchihuapan, Tlehuatlie, los pobres, las obras, las fuentes…ya se lo saben— y cómo el PRI utilizó los errores del morenovallismo, tengo algunas pistas que nos pueden ayudar a entender el panorama polí… na, na es cierto. Par favaaar.

 La verdad es que nomás le traigo una recopilación de historias electorales de Terror que al menos tranquilizarána las personas que contra su voluntad y su decencia se vieron obligadas a castigar a los morenovallistas y votar por el PRI.

Dios en el Poder le ofrece un placebo electoral para que deje de atormentarse un rato porque el PRI tiene vida otra vez y piense a partir de hoy: ¡Por los clavos de la Cruz, de la que nos libramos!

—Querido lector le anticipo que lo que leerá a continuación contiene lenguaje soez, imágenes violentas, armas de alto calibre, antenas telefónicas y destrucción de espacios. Si hay niños cerca, ya sabe qué hacer: aléjelos, póngales una película, présteles el Ipad, aviénteles un balón, regálele un helado o encárguelo con la vecina, para evitar traumas y lo más importante futuros votantes priistas—.

**

Cabalán Macari y la anciana tuitera

Corrían los días de campaña y Cabalán Macari andaba haciendo de las suyas en algún rincón paupérrimo de la ciudad.

Cabalán caminaba seguro de sí mismo. Olía bien, se veía mejor. Sonreía y todos le miraban con admiración. Caba, custodiado por más de 10 integrantes de su equipo, platicaba en las calles con la gente y los convencía de votar por él.

De pronto, Caba —y su séquito— se acercó muy mono a una anciana que miraba esperanzada el horizonte…

—Hola amiga, soy Cabalán Macari— dijo el guapo candidato con voz robotizada.

La señora despertó del ensueño y lo miró con recelo.

—Soy el candidato del Distrito XII y quiero ser tu diputado.

—Ya sé quién es usted.

Caba hizo esa sonrisa que enloquece a cualquiera.

—Señora, vengo a pedir que vote por mí el próximo 7 de junio— dijo y apretó los bíceps para darle seriedad a su petición.

—No me interesa, gracias.

Caba se desencajó unos instantes. Uno del séquito se echó aire con un folder. Caba recobró la cordura. Sonrió otra vez de esa manera en la que sólo él puede hacerlo.

—Señora, tal vez usted no me conozca, pero yo fui Secretario de Infraestructura y he trabajado al lado del gobernador Rafael Moreno Valle de manera incan…

—Sí, sí, ya sé quién es usted. No gracias, ya le dije.

—Pero señora, escuche mis propuestas, yo voy a hacer grandes cambios en esta colonia tan pobre porque mi objetivo en la...

—¡Que no! No me interesa usted ni sus propuestas. Ya vinieron la vez pasada y prometieron un montón de cosas y no han regresado. Así que ya le dije, váyase por favor.

Dos del séquito saltaron ante la respuesta de la señora. Se pusieron enfrente de ella amenazadores, mientras otros dos, le limpiaban el sudor y el echaban aire al Suplente.

Un esbirro le habló fuerte a la señora.

—No sea maleducada, escuche al candidato.

—¡Que no!

Cabalán MAcari se dio la vuelta de un solo giro con su folder en la mano. El Esbirro trató de convencer a la señora. Cabalán volteó alterado.

—¡Déjala, pinche señora loca! ¡Ya déjala!

La señora se puso de pie y le gritó con teléfono a la mano:

—¡Vuélvame a decir loca y lo subo al twitter, cabrón! ¡Loca tu madre, baboso!

Clap. Clap.

Aplauso para la tuitera.

**

Trauwitz y Ay nanita la ranita

El día de la elección, Trauwtiz se encerró en su búnker. A diferencia de sus compañeros candidatos, el guerrerense hacía cuentas en el silencio de la soledad de su búnker.

Casi a las seis de la tarde comenzó a recibir a los operadores. Despeinado, desencajado, con la mirada perdida, fuera de su órbita, recibía a uno y a otro.Los pronósticos eran desalentadores. Malos presagios para la noche.

Cada que le decían que la cosa se había complicado aquí o allá, T. gritaba que no, que no era posible, que era mentira.

Se levantó furibundo y sacó una pistola de su escritorio.

—¡¿Qué dices?! ¡¿Vamos a perder?! ¡Tú vas a perder! ¡Tú vas a perder! ¡Yo no, yo no!— gritaba desorientado el candidato y señalaba al operador con la pistola.

Por momento se ponía la pistola en la sien y por momento, se la ponía en la cara su operador.

T. ya no soltó la pistola desde ese momento. Ni se preocupó por echarse agüita en el cabello para no verse tan greñudo. A todos los operadores que fueron a rendir cuentas el día de la elección, les enseñó la pistola —Otra vez, sin albur—.

**

#Posdestruyomioficina

El día en que Juego de Troles presentó el video de la pelea entre Ángel Trauwtiz, su equipo contra los alfareros —en ese en que Caba mete su manita y saca su manita y nada más—, perdió los estribos. Entró y salió de su casa de campaña. Subió y bajó. Volvió a ver el programa y volvió a gritar a todo su equipo reunido con él.

—¡¿Quién le pasó el video a esos cabrones?! ¡¿Quién?!

—Se… se… se… señor el video salió en e-consulta, en Central y en Cambio antes de salir ahí— se animó a decir un valiente.

—¡Me vale madre! ¡Me vale madre! ¿Quién se lo pasó a esos cabrones, eh? A ver… tú, el que está en la esquina, a ver, tu teléfono, claro, claro, claro, yo te vi grabando, puto traidor, te vi grabando ¡Fuiste tú, verdad! ¡A huevo, fuiste tú! Lárgate. Lárgate antes de que te diga cómo se arreglan las cosas en Guerrero, mira, mira, mira, a mí metieron dos balazos y estoy vivo...— dijo T. al tiempo de levantarse la playera y enseñar sus cicatrices, mientras el pobre hombrecillo del rincón se levantó y caminó cabizbajo a la salida.  ¿Quién más me traicionó? ¿Quién más?

—…

—¡Tú! ¡Tú! ¡Tú! Maldito tú le diste el video a MAcerlo ¿Verdad? Y tú, aquel ¿Te llevas con MAcerlo, verdad? Lárguense todos los que son amigos de Marcelo ¡Váyanse ya! ¡Tú también te vas porque te pareces a Marcelo!

Angelito recorrió la oficina y comenzó a tirar todos los documentos, las computadoras, los cajones, los escritorios…

**
La antena y el Aguacate

Para ganar votos en San José del Aguacate, Ángelito Trauwitz acordó con los colonos en colocar en aquella zona de la ciudad una antena telefónica para que los pobladores tuvieran señal.

La gente aplaudió y celebró la propuesta del candidato y él, para demostrar que los Guerrerenses tenemos palabra, se comprometió a colocar la antena antes de la elección.

Y así fue.

Con una inversión superior al millón de pesos, T. colocó la chingada antena en aquellos lares.

San José El Aguacate estaba en la bolsa. Ya no más faltaba que el mero día salieran y votar y listo. Todo en orden.

Pero la vida a veces es muy ingrata. Ángel T. se llevó una paliza en El Aguacate. Pero paliza. Dicen, dos a uno.

Miau.

P.D. Hasta aquí dejo la columna porque ya me quedó larga como la cuaresma.

P.D 2 Ya sé que quedó muy larga esta columna pero necesito que Paco Sánchez siga leyendo hasta la última letra y se encuentre por ahí. Siempre será más fácil esto que un hijo. Gracias por leer.