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La iniciativa de reforma a la Constitución en materia político-electoral tiene el principal propósito de homologar la Carta Magna local con las disposiciones federales. Sin embargo, el morenovallismo aprovechó el viaje para hacer algunas modificaciones que le garanticen al mini-gobernador —en caso de ser un morenovalista— retener el control y el poder del Congreso de Puebla.
La propuesta establece la modificación a la fracción XVIII del artículo 79 que dice a la letra:
En cualquier momento optar por un gobierno de coalición con uno o varios de los partidos políticos representados en el Congreso del Estado. El gobierno de coalición se regulará por el convenio y el programa respectivos, los cuales deberán ser aprobados por mayoría de los miembros presentes del Congreso del Estado. El convenio establecerá las causas de disolución del gobierno de coalición”.
El objetivo es que los diputados morenovallistas —de momento, PAN, PRD, Nueva Alianza— puedan conformar un único grupo parlamentario para tomar las decisiones más relevantes y para tener mayoría para las votaciones. Ya no serán bloques de partidos políticos, como están en este momento y que por ello no cuentan con mayoría para tener el control de la Mesa Directiva, de la Junta de Gobierno y Coordinación Política.
Es preciso resaltar que el minigobernador 2016-2018 tendrá las riendas del estado con el Congreso actual y que en caso de que gane el candidato morenovallista, Tony Gali, podrá tomar la mayoría de las decisiones, pero si gana el candidato opositor podría encontrarse con un Congreso totalmente ajeno a sus intereses y que incluso, pueda atarle las manos los 20 meses que durará su gestión.