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¿A quién se le habrá ocurrido guardar un imán en el cajón? Más aún cuándo dentro de éste se encuentra la brújula de los horizontes políticos. Pues no tengo duda alguna de que existen dos cajones donde alguien ha tenido a bien introducir un dispositivo con propiedades magnéticas, uno de ellos es el mío, el “cajón del desastre” y el otro es evidentemente el que debe de existir en Casa Puebla, en el escritorio del gobernador Moreno Valle.
Y es que tanto él como yo no entendemos nada ¿o sí? Hasta hace unos tres meses, cuando los Reyes Magos estaban aterrizando en las casas de todos los poblanos, como que las apuestas eran evidentes, obvias, como que todos teníamos conocimiento de los regalos que serían depositados en los zapatos, más o menos se hacía un perfil lógico de las simpatías y las animadversiones en cada instituto político y de las posibles personalidades para ocupar las candidaturas (tan anheladas) para este 2013 poblano; pero de pronto comenzó a correr la pólvora, y fue cuando algún duende tuvo la ocurrencia de magnetizar la brújula.
He comentado en corto con algunas personas mi simpatía cuando el gobernador tuvo a bien demostrar reconocimiento por la maestra en pleno Segundo Informe de Gobierno, precisamente en el momento en el que el Ejecutivo Federal hacía evidente su desprecio para con el gobernante local, y las acciones y los intereses para con la maestra parecían comenzar a mostrar su fecha de caducidad; es entonces cuando la moda por publicitar a personas de la política en espectaculares anunciando (supuestamente) el número de la revista de los quioscos de periódicos comenzó a tomar forma de propaganda política (¿o en verdad estaban anunciando el número más reciente de aquellas publicaciones?).
El ciudadano de a píe estaba seguro de que todas las riendas estaban en una sola mano, que la alianza PAN-PRD sería cuestión de minutos, que la distancia entre Gobernador y cuñado sería una treta para cuidar al segundo, que los tricolores optarían por el que va punteando en las encuestas de conocimiento popular, que el Secretario de Infraestructura no necesitaría del Yunque para allanar su camino rumbo a la candidatura por la alcaldía, que los maestros disciplinados estarían dispuestos a romperse las vestiduras como lo han demostrado en anteriores procesos electorales, que el eterno precandidato no movería de nueva cuenta un dedo y se quedaría calladito, que los Chuchos no romperían entre ellos por causales como las de este estado, que el experimento de que Puebla se hubiera coloreado de amarillo en las pasadas elecciones no afectaría a los azules y a los tricolor, que el dinosaurio no se moviera para despertar al dormilón, que la vida es una tómbola y llena a todos de luz y de color…
Pero ¡MADRES! Ese pinche duende metiche que introduce un imán, y como todos sabemos estos artefactos acostumbran enloquecer a las brújulas, las vuelven locas, las desquician como cuando la hormona se excede al alimentarse de cafeínas y otros ingredientes nocivos para la salud, y las preguntas quedan revoloteando: ¿Cuál es el verdadero color? ¿Quién será el candidato por tal o cual alianza? ¿A quién obedecerán los maestros? ¿Será cierto Gali y Moreno Valle ya no son tan carnales? ¿Es neta que el cuñado sí está distanciado? ¿Qué Peña las trae todas contra el antiguo priísta? ¿Qué los del CEN no ven con buenos ojos al universitario? ¿Qué se rompió la unidad de los Chuchos y al parecer no habrá alianza? ¿Qué PEMEX no se privatiza pero los privilegios de Romero Deschamps no irán al mismo sitio que Doña Elba? ¿Qué la constitución de Morena será una lastre para las próximas elecciones? ¿Qué los caudillos enterraron la espada? ¿Qué hay Karmas familiares que se repiten? Y bueno, ante tanta locura viendo girar la brújula, no hay más certidumbre que insistir en descubrir ¿Dónde carajos quedó la bolita?