Sunday, 28 de April de 2024

Crónicas marxianas

Lunes, 14 Septiembre 2015 06:16
Zeus Munive

Algo apesta en la PGJ 2

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Desde que inició este sexenio, la Procuraduría de Justicia ha dado tumbos. Y todo porque el César Costa, primero no conoce Puebla y segundo le tiene miedo a su jefe. Dicen los que saben que Víctor Carrancá (el César Costa, como le dicen sus subordinados), no tiene ni la necesidad económica ni la necesidad profesional para trabajar en Puebla, pero vive un síndrome de Estocolmo que lo tiene arraigado a los malos tratos.

Como no conoce Puebla, se asesoró de un personaje que le ha generado más problemas que soluciones: José Carlos Proal, quien, como lo escribimos la semana pasada en este espacio, funge como subprocurador de Asuntos Metropolitanos sin un cargo oficial y sin que haya aprobado los exámenes de confianza.

José Carlos Proal a su vez tiene contratado al despacho jurídico de su hermano Juan Francisco mejor conocido como “Grillo Proal”, pues él así se presenta en su cuenta de Facebook.

Pero la historia de la familia Proal va un poco más allá de la prepotencia de sus guaruras contratados para la mamá y la hermana de ambos personajes, con costo al erario por supuesto.

Juan Francisco Proal o “Grillo” tiene amenazados a jueces y a agentes del ministerio público, además de varios magistrados.

Aprovechándose de que es el despacho contratado por la PGJ y de la cercanía de su hermano José Carlos con el César Costa, cuando tienen algún juicio llega a presumir a los abogados que son su contraparte y a decirles que sino le bajan le echará todo el aparato de justicia.

Muchos son los abogados que ya se han quejado porque prefieren llevar mal los casos y hacer perder a sus clientes a sabiendas que pueden ser sacrificados.

Lo mismo ocurre con los jueces ya que supuestamente “Grillo Proal” les dice que si no lo apoyan se las tendrán que ver con Víctor Carrancá o con su hermano José Carlos. Los jueces prefieren no meterse más en problemas y hacen lo que les dicta el abogado Juan Francisco.

En el caso de los magistrados es lo mismo, pues a sabiendas de que el presidente del Tribunal Superior de Justicia le tiene mucho respeto a Carrancá, Grillo Proal amenaza los magistrados diciendo que los va a exhibir.

Esto es lo que ha hecho que tenga una mala imagen la Procuraduría General de Justicia, pues es sabido que se ha encarcelado a mucha gente por falta de pruebas y que han salido con el típico “usted disculpe”.

La mala asesoría del bufete jurídico de Picho Proal le generará más problemas al final del sexenio al procurador Carrancá.

Lo que nadie puede entender es por qué esta relación de complicidad entre el César Costa y José Carlos Proal. Por qué darle poder a alguien que nunca ha aprobado sus exámenes de confianza, por qué contratar al despacho de su hermano como asesor en materia jurídica, por qué si Carrancá ha tenido un buen currículum en su carrera como abogado. Por qué si quienes lo conocen aseguran que es un profesional y que no necesita ni dinero ni hacer méritos pues estos ya los había hecho desde antes.

De entrada por qué tener a José Carlos Proal si sabe que nunca ha aprobado sus exámenes de confianza que exigen para trabajar como subprocurador. Por qué presentarse como subprocurador cuando ni siquiera aparece en el organigrama y por qué su hermano es el contratado y por qué Grillo Proal amenaza abogados, jueces y ministros.

Algo anda mal en la Procuraduría de Justicia, algo apesta y esto tendrá muchas consecuencias al final del sexenio. Lo que no han medido es que quien cargará con las culpas es el César Costa y no sus consentidos. Ellos seguirán haciendo negocios como acostumbran.

Por cierto, la Notaría número 29 de Víctor Cortés  es quien avala y da fe de todo lo que hace el bufete jurídico de Grillo Proal, ¿sabrá el notario qué es lo que está avalando?