Sunday, 12 de May de 2024

Crónicas marxianas

Domingo, 06 Septiembre 2015 21:28
Zeus Munive

Algo apesta en la PGJ

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Mientras el César Costa de la Procuración de Justicia en Puebla (Víctor Manuel Carrancá) anda dando tumbos en cuanto a los feminicidios ocurridos en Puebla, uno de sus hombres de mayor confianza, José Carlos Proal Díaz de Urdanivia, anda haciendo grandes y jugosos negocios. 

Así como lo lee. 

José Carlos Proal quien funge en realidad como Subprocurador de Asuntos Metropolitanos (y quien nunca ha podido aprobar los exámenes de confianza exigidos) tiene un despacho que le cobra a la dependencia por “asesoría jurídica”. 

Para ser exactos, la empresa es del hermano de José Carlos Proal, a quien le dicen Grillo Proal e incluso así aparece su nombre en su perfil de Facebook, “Grillo Proal”. 

Y no crea que estas “asesorías legales” salen económicas, a buen precio, ahí con un jugoso descuento. 

No. No, para nada, es mucho dinero el que se destina para la empresa del hermano del subprocurador pues es curiosamente la que lleva todos los litigios que se han generado en la dependencia. 

En la PGJ todo mundo lo sabe. Lo comentan, pero nadie se atreve a denunciarlo porque Proal es el consentido de nuestro César Costa. 

Ya se supo también que uno de los que tiene brillantes ideas como usar cabezas de marrano para estudios periciales, o que asesora en comunicación a Carrancá, el hombre de los suéteres, es Proal. Como el procurador cuando asumió su cargo no tenía ni idea de qué era lo que pasaba en Puebla, José Carlos le empezó a asesorar, a hablar al oído, ahí sí como todo un Pepe el Grillo. 

Pero el caso de la familia Proal no queda aquí, pues la dependencia eroga una buena cantidad de dinero para pagar su seguridad. Es decir, la PGJ a través del despacho de marras, contrata guaruras para el subprocurador, para la mamá de Proal, para el hermano y para otra hermana. 

Cada uno de los integrantes de la familia tienen sus propias escoltas y lo peor es que andan armando muchos escándalos todos estos equipos de seguridad en la colonia que está a un lado del Club Britania Zavaleta. 

Los vecinos se quejan tanto de la prepotencia de los “guarros” como de los familiares del subprocurador. Imagínese que estén todo el tiempo las escoltas de todos ellos en una misma dirección. 

Además, tanto el subprocurador como su familia tienen ese toque propio de la prepotencia que da ser un alto funcionario. 

Y es que como diría Oscar Chavez “estos guaruras de Levita de esos de Secretaría son de los que le huelen la cola de su jefe todo el día (…) Y qué chido es ser guarura pero de alto funcionario, de huevones todo el día y les pagan buen salario”. 

En Puebla, el procurador se niega a solicitar la alerta de género por los feminicidios ocurridos, no obstante, permite que su hombre de más confianza haga lo que le plazca, pues ya se ha documentado que nunca aprobó los exámenes de confianza para ocupar ese cargo. 

Y si en Puebla ya tuvimos un jefe de la policía dedicado a chupar ductos y hacerse millonario con el robo del hidrocarburo, ahora lo que pasa al interior de la PGJ no es para echarse en saco roto. 

Según una nota publicada en este portal por el reportero Edmundo Velázquez se establece qué José Carlos Proal desde enero del 2011 reprobó el primer examen bajo la observación de “no recomendable”, que significa que no cumplió con los requisitos mínimos del puesto. La segunda y tercera ocasión que se sometió a los exámenes en el Centro de Evaluación de la Procuraduría General de la República, en los meses de mayo y junio de 2012 y nuevamente reprobó. 

José Carlos Proal se mantuvo hasta finales del año 2014 en las filas de la Procuraduría a pesar de su pésimo desempeño en las pruebas que son exigidas a cualquier burócrata de las áreas de Seguridad Pública y Procuraduría General de Justicia”. 

Así que si se preguntaba por qué el César Costa de la procuración de justicia prefiere cantar “Besos por teléfono” y la de “Mi Pueblo” es porque toda su confianza se la ha depositado a su subprocurador. 

Ni hablar, como diría el clásico Qué bonita familia.