Cuando pensamos en Nigeria casi de inmediato se nos vienen a la mente los atletas del país que se han destacado en diversas competencias, sin embargo, también debemos reconocer a los artistas que han sobresalido a nivel mundial, como Ladi Kwali.
Ladi Kwali nació el 16 de marzo de 1925 en una familia de alfareros en el pueblo de Kwaii en la región de Gwari en el norte de Nigeria. Era una alfarera brillante que aprendió el apasionante arte de la cerámica de su tía.
Esto se debe a que la alfarería es una ocupación común para las mujeres de su pueblo, por lo que era su destino. Sin embargo, gracias a su dedicación, talento y diseños innovadores, cambió su fortuna.
Durante su infancia, Ladi Kwali aprendió la técnica del urdido, que consistía en modelar la arcilla a mano sin la ayuda del torno, utilizando únicamente los dedos y un instrumento rústico. Además, aplicó técnicas de bobina y pellizco.
La ceramista aprendió estos procedimientos y con años los perfeccionó y creó su propio estilo, con el que se abrió las puertas del arte para darle un toque único a la artesanía tradicional y esculpir piezas sinigual.
Creó utensilios de cocina, cántaros y tinajas con iconografía de animales, donde capturó cocodrilos, serpientes, pájaros y peces, por mencionar algunos.
Sus utensilios destacaron por su forma y decoración, por lo que ganó gran popularidad dentro de su comunidad. De hecho, algunas de sus obras se vendían incluso antes de ser promocionadas en el mercado.
La alumna más destacada
Su talento fue tan reconocido que llegó a manos del Emir Alhaji Suleiman Barau en Abuja, Nigeria. La eminencia coleccionó las vasijas de Ladi Kwali e incluso las exhibió en su palacio.
Debido a esto, el ceramista ibritánico Michael Cardew, notó el arte de la mujer nigeriana y la alentó a unirse al Centro de Formación de Alfarería en Suleja como su primera estudiante.
Cardew le enseñó a usar el torno, esmaltar, crear saggares y la cocción en el horno. Ladi Kwali combinó métodos innovadores con su estilo tradicional para crear piezas con pasta cerámica.
Luego recibió un doctorado en la Universidad Ahmadu Bello en 1977 y el Premio de la Orden Nacional del Mérito de Nigeria en 1980.
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Nicho de artistas nigerianas
Con el tiempo, Ladi Kwali se convirtió en profesora en el Centro de cerámica de Abuja, lo que motivó a otras cuatro mujeres a seguir su ejemplo. Esto inspiró a las futuras generaciones de mujeres artesanas para tomar la alfarería como fuente de arte y trabajo.
Pero el sello de las vasijas de Ladi Kwali era elaborar piezas de arcilla de gres, decoradas con patrones de lagarto, las cuales se cocían con esmalte oscuro como signo de “africanidad”.
Estas piezas no son objetos cotidianos, sino que se convirtieron en verdaderas artesanías que representaban la belleza del arte nigeriano. Le dió un valor único a una artesanía.
Por ello, Ladi Kwali se presentó en exposiciones internacionales. Visitó Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia y Alemania. Mientras estuvo en Estados Unidos, expuso en la Skoto Gallery de Nueva York.
Murió el 12 de agosto de 1984, en su natal Nigeria, a los 59 años.
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