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Rocío Nava fue la primera mujer fotógrafa en la nota roja en Puebla, comenzó en el año 1993, cuando le abrieron las puertas en el periódico ABC. Para ella, sin el apoyo de sus compañeros nunca habría llegado a ser quien es hoy.

Empiezo en 1993, cuando todavía las mujeres no eran aceptadas, en una etapa muy difícil, pero yo no lo sentí así, sentí compañerismo y hermandad. Le agradezco a todos los compañeros que me apoyaron, siempre lo he dicho, soy un rompecabezas de todos porque todos me dieron un consejo, yo no llevé un estudio, pero de ellos fui aprendiendo”, relató Rocío Nava.

En entrevista con PÁGINA NEGRA, Rocío Nava reveló que no tuvo la oportunidad de tener una formación académica. Ella era ama de casa, sin embargo, por una situación familiar delicada, se vio en la necesidad de buscar un trabajo.

Así fue como llegó a las instalaciones del periódico ABC, en donde, le ofrecieron la oportunidad de trabajar con ellos haciendo fotografía.

El papá del licenciado Miguel Ángel García me dio la oportunidad de trabajar con ellos e inicié haciendo capturas, el señor me dijo: ’Es usted muy inquieta… Muy intrépida, le voy a proponer darle un curso de fotografía’ y fue ahí donde empecé, hasta lo que soy hoy”, contó durante la entrevista.

Así fue como en septiembre de 1993, Rocío Nava dio inicio a su trayectoria como fotógrafa para los medios de comunicación. Comenzó cubriendo distintas áreas, la política, local y social.

A la vez, Rocío era paramédica y fotógrafa de nota roja en Puebla

Posteriormente, se le abre la puerta para trabajar en el periódico La Opinión Diario de la Mañana. Ahí le piden trabajar con Rafael Durán, quien la invita a hacer guardias en la Cruz Roja.

Allí en la Cruz Roja me abrieron los brazos, me trataron muy bien, todos los compañeros muy muy caballeros, muy atentos, así mismo, inicié a tomar mis gráficas de todo lo que se acontecía”, dijo la fotógrafa.

Dentro de la Cruz Roja, Rocío Nava decide tomar un curso para ser paramédico. Cuando salía en las ambulancias, era parte del grupo como auxiliar y además, hacía su labor periodística tomando las fotografías.

Después de esto, la invitan a cubrir ahora para El Sol de Puebla y para La Voz, el diario vespertino. Junto con Joel Arcega le tocaba hacer guardias en las que tenían que dormir en donde se pudiera para monitorear qué sucedía en la ciudad y aproximarse lo más rápido posible.

Rocío Nava, la primera mujer fotógrafa en la nota roja en Puebla; “Vivir para Contarla”.

Años atrás, fotografiar para los periódicos era todo un reto

Rocío Nava cuenta que antes fotografiar para los periódicos era todo un reto. Le daban un rollo de cámara para cubrir 4 noticias. Cuando tenía las imágenes entraba a un cuarto oscuro y era hasta ese momento que podía ver cómo habían salido las fotos.

Mientras trabajaba para La Voz de Puebla, tenía que cubrir desde las 3 de la tarde hasta las 10 de la mañana, que era su hora máxima para revelar sus fotos, ya que el periódico se vendía a la 1 de la tarde.

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“Cuando veía las fotos y las revelaba decía: ‘Dios mío, ¿yo tomé eso?’

Pero el proceso de revelar las fotografías no fue lo más complicado para Rocío. El llegar al lugar de los hechos y presenciar las tragedias en vivo fue impactante al inicio. Sin embargo, ella sabía que tenía una misión, hacer su trabajo lo mejor posible.

El impacto es natural, es algo que no se puede evitar, pero respiras hondo y profundo…Uno se va envolviendo, no por el amarillismo, no por lucrar con el dolor ajeno, porque todos somos seres humanos”, dijo Rocío.

Con el paso de los años, Rocío, al llegar al lugar de los hechos aprendió a que debía tomar como su prioridad el no dañar la escena, el no involucrar sus sentimientos y el hacer su trabajo lo mejor que pudiera.

Fotografiar para nota roja, un trabajo peligroso

Además, tuvo que aprender a cuidarse de sí misma mientras realizaba su trabajo como fotógrafa de nota roja. En varias ocasiones llegó a sentir peligro al cubrir algún hecho e incluso al grado de llegar a ser agredida.

Sí he sufrido agresiones; en el momento en que las personas están en el cruce de dolor, de ira, de incomprensión, de irracionalidad, se vuelven agresivas. Siempre tienes que estar a las vivas porque puede haber un arma”, contó Rocío.

Rocío Nava cuenta que, en el año 2011, mientras cubría una tragedia, fue agredida por ministeriales y tuvo que ser hospitalizada por las heridas que le causaron. Tras ese suceso, ella decide pausar sus actividades como fotógrafa de la nota roja en Puebla.

En la actualidad, Rocío sigue haciendo imagen, ya no con un enfoque policíaco, pero cuando se topa de casualidad con algún hecho, no pierde la oportunidad de enviárselo a algún compañero del medio.

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