El presidente del Consejo Estatal de Morena, Andrés Villegas Mendoza olvidó su barbosismo, pues de forma contundente declaró que “no podemos ver por un grupo”, ante la caída del capital político que armó el exgobernador Miguel Barbosa Huerta.
Para el también subsecretario de Gobernación del estado, no son tiempos de mirar atrás en referencia a la debacle que vive el grupo político de Miguel Barbosa Huerta. E indicó que ahora su prioridad es seguir a Sergio Salomón Céspedes Peregrina.
En entrevista, Andrés Villegas evidenció que ya dejó en el olvido su barbosismo y calificó como una simple “grilla” las críticas del hijo del exmandatario, Miguel Huerta Orozco, sobre la inclusión de perfiles priistas al gabinete estatal, mismos que rechazó su papá.
Villegas Mendoza negó que haya una caída del barbosismo, aunque también resaltó que ellos —el nuevo gobierno — no pueden responder a un solo grupo: “Tenemos que entender que es un gobierno estatal. Hay que tenerle respeto al (nuevo) gobernador”.
MANTENTE AL DÍA CON TODO LO ÚLTIMO EN NUESTRO CANAL DE TELEGRAM
Aunque Andrés Villegas juró lealtad a Miguel Barbosa, manifestó que ahora respalda a Sergio Salomón Céspedes a tres meses de que fue nombrado como gobernador en sustitución de Barbosa Huerta tras su muerte el 13 de diciembre de 2022.
Incluso, el presidente del Consejo Estatal de Morena, reconoció a Sergio Salomón Céspedes como su líder político: “Entonces las decisiones que él tome, nosotros vamos a estar con él”.
Además, mencionó que su objetivo es que la entidad poblana tenga gobernabilidad: “Tenemos que ir caminando todos juntos. Aquí no podemos ver de un grupo o de otro grupo. Tenemos que ver que Puebla tenga gobernabilidad”, comentó.
Andrés Villegas le dio la espalda al barbosismo pese a que el exgobernador trazó una estrategia para que se quedara como presidente del Consejo Estatal de Morena en agosto pasado.
Sin embargo, la viuda del exgobernador, Rosario Orozco Caballero, negó que tal caída exista. Resaltó que el proyecto de su esposo “está más vivo que nunca”. Sin embargo, la dura realidad quedó reflejada en las butacas vacías de la última misa de Miguel Barbosa, donde los barbosistas destacaron por su ausencia.
Te puede interesar:
dando clic en el periódico