A través de redes sociales ha comenzado a crecer un movimiento en el que los poblanos exigen justicia para el fotógrafo Alan Torrentera y su sobrina Camila. Quienes fueron asesinados y encontrados la madrugada del jueves 31 de marzo en su casa de San Baltazar Campeche.
Amigos y familiares de ambos han compartido una postal en la que piden que el Ayuntamiento de Puebla refuerce la seguridad de la capital poblana. Además, exigen que las autoridades judiciales den con los asesinos.
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Hasta el momento ni la Fiscalía General del Estado y tampoco la Secretaría de Seguridad Ciudadana han informado si existe algún indicio sobre los probables responsables, debido al sigilo que guardan las investigaciones. Mientras tanto, la muerte de Alan y Camila mantienen indignados a un sector de los poblanos que usan redes sociales, por lo que se exige justicia.
Este día Alan y Camila fueron despedidos en las capillas Eternitas, en San Andrés Cholula a donde se reunieron sus familiares y amigos más cercanos para darles el último adiós al fotógrafo de 27 años y la joven de 21.
El asesinato de Alan y Camila
Como PÁGINA NEGRA informó, el doble homicidio y asalto ocurrió en la calle Circuito Juan Pablo II y la Cerrada Independencia durante la noche del miércoles 30 y la madrugada del jueves 31 de marzo.
Alrededor de las 00:38 horas se realizó una llamada al número de emergencias 911. Se informó sobre dos personas heridas y aparentemente sin vida en el domicilio marcado con el número 5507 de la Cerrada Independencia.
Los cuerpos de las víctimas del asalto en San Baltazar estaban en el piso, por lo que se pidió apoyo de paramédicos, quienes después confirmaron que ya no contaban con signos vitales. Ambos tenían heridas en el cuello como si los hubieran asfixiado.
También se busca a Whisky, la mascota de Alan, un perro border collie que al parecer fue robado junto con otras pertenencias de los jóvenes.
Durante su conferencia de prensa matutina, Miguel Barbosa Huerta, dijo que el asesinato de las dos jóvenes víctimas de un asalto en su hogar, es un hecho bastante preocupante.
Además, recalcó que su obligación como gobernante es no tapar los hechos y reconocer que los límites en materia de seguridad pública tienen que mantenerse para que la gente viva con seguridad.
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