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En Colombia, dos hombres que habían sido raptados aprovecharon que sus captores se quedaron dormidos –luego de drogarse– para poder escapar.

De acuerdo con una publicación de SDP Noticias, los dos eran ingenieros y se dirigían a unas bodegas en construcción en el puerto de Buenaventura.

Habían acordado una cita de trabajo con un hombre identificado como Carlos Marín. Al llegar al lugar, los invitó a subir a una lancha para dirigirse a Punta Canoa, lugar ubicado a 15 minutos de Buenaventura.

Ya a bordo de la embarcación, fueron interceptados por cuatro hombres armados que amagaron a los trabajadores, a quienes despojaron de teléfonos celulares, dinero en efectivo y una computadora portátil.

Los ataron con cuerdas y con uno de los celulares robados llamaron a las familias de los hombres, con residencia en Pereira.

Por el rescate de los ingenieros raptados, los captores –que después se quedaron dormidos– exigieron una recompensa de 20 millones de pesos colombianos.

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Como una prueba de vida, los delincuentes enviaron una imagen de las víctimas atadas de pies y manos, apuntados con armas de fuego.

Tras comunicarse, las familias de los dos hombres secuestrados acordaron entregar el dinero el 19 de agosto y así lograr su liberación.

Los ingenieros raptados fueron llevados a una casa situada en el barrio de Sanyú de Buenaventura, donde fueron vigilados por sus captores, que terminaron dormidos. ¿Por qué?

Luego de consumir marihuana, los secuestradores se durmieron y los hombres aprovecharon para escapar: lograron desatarse de manos y pies y se lanzaron al mar, donde nadaron hasta llegar al malecón de Buenaventura.

Fueron asistidos por elementos de la Armada Nacional a bordo de una patrulla, quienes dieron la ubicación de sus secuestradores para que fueran detenidos.

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