La justicia parece cada día más lejana para la familia de la joven que, a sus 17 años, sufrió un intento de feminicidio por parte de su exnovio, Enrique Javier N. Es la sexta ocasión que se difiere la audiencia contra su agresor de Michel, para fincar responsabilidades.
El 26 de mayo del 2020, Michel N. llegó a la calle Pinos y la 9B Sur, en la colonia Agua Santa de Puebla, citada por su pareja, quien la llamó por teléfono para supuestamente obsequiarle unos zapatos.
Al no regresar a casa, los familiares reportaron su desaparición. Al día siguiente, la encontraron en un registro de drenaje. Estaba inconsciente, presentaba un cuadro de hipotermia, ahogo parcial, huellas de tortura y signos de violencia sexual.
Han pasado dos años y cuatro meses desde este hecho y, sin embargo, este 14 de septiembre, se aplazó la audiencia intermedia para el desahogo de pruebas en contra del atacante de Michel, quien se encuentra preso.
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Saúl, el padre de la joven, indicó a PÁGINA NEGRA que la justificación de la Casa de Justicia del Estado de Puebla, fue que el nuevo abogado del imputado no tenía toda la carpeta de investigación, ni los discos de las audiencias anteriores.
Esto, cuando el litigante tuvo 14 días para ponerse al corriente, pues se le presentó como defensor de Enrique Javier N. el 1 de septiembre, fecha en la que, por quinta vez, se pretendía celebrar la audiencia.
Saúl teme que nuevamente difieran la audiencia contra el agresor de Michel, cuando el 1 de octubre de este año termina la medida cautelar. Puede solicitar una prórroga de tiempo, pero existe la posibilidad de que el juzgado la rechace y, con ello, que el presunto responsable quede en libertad.
Estamos hartos de la impunidad, necesitamos que las autoridades ya procedan contra la persona. Solución al caso, ya, comentó en entrevista Saúl.
“No estamos tranquilos”, dice la familia de Michel
Desde 2020, Michel N. y su familia han tenido un cambio radical de vida “en todos los sentidos”. “No estamos ya tranquilos de que alguna de mis hijas salga a la calle”, dijo Saúl, el padre de Michel.
A sus 19 años, Michel N. sigue en recuperación. Recibe terapias psicológicas y motrices, para recuperar su movilidad. Sin embargo, es un proceso que “va para largo”. La parálisis que padece es consecuencia de la falta de oxígeno que sufrió, cuando el presunto feminicida la asfixió.
Aquella tarde del 27 de mayo, la familia contactó a amigos de la joven, quienes revelaron audios con la posible ubicación de la entonces menor. Michel N. había mandado mensajes a una amiga, informándole de la cita que tendría con su exnovio.
Luego de que encontraron a Michel en el registro de la alcantarilla y la trasladaron al Hospital General del Sur, ubicado en la colonia Agua Santa, en Puebla capital, la joven entró en coma.
En un acto de justicia, al día siguiente los amigos y conocidos de Michel publicaron en redes sociales la fotografía del Enrique Javier N., como principal sospechoso. A ello, se sumaron testimonios de personas que calificaron al sujeto como un agresor en potencia por lo que el 28 de mayo lo detuvieron y enviaron a prisión.
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