Alejo Garza Támez era un empresario y cazador mexicano que se enfrentó solo al cartel de los Zetas, cuando los delincuentes le exigieron darle su rancho “San José” en Tamaulipas.
Garza Támez nació el 17 de julio de 1933 en Allende, Nuevo León, una de las zonas más boscosas del estado. Debido a que su padre poseía un aserradero, creció aprendiendo el oficio junto a sus hermanos.
Posteriormente, fundaron la maderera “El Salto” en Durango y él se convirtió en un hábil empresario y cazador. Se sabe que tenía una excelente puntería y se especializaba en cazar venados, gansos y palomas. Además, contaba con una gran colección de armas deportivas.
Debido a su destreza para los negocios se convirtió en un prominente hombre de negocios que adquirió el rancho “San José”. Sin embargo, esta acción llamó la atención de la delincuencia organizada, especialmente del cártel de Los Zetas.
¿Qué pasó con el rancho de Alejo Garza Támez?
El grupo criminal le exigió el rancho a don Alejo Garza Támez un 13 de noviembre de 2010. Cabe resaltar que los delincuentes le pusieron como plazo 24 horas para abandonar la propiedad. Sin embargo, el empresario se negó a entregarlos.
Se conoce que don Alejo le pidió a sus trabajadores no presentarse a trabajar al otro día y recibió él solo a los criminales cuando llegaron en la noche a la propiedad y dispararon al aire.
Cuenta la historia que Alejo Garza Támez los recibió a balazos para replegarlos. Ante esta situación, los miembros del cartel respondieron no solo con disparos de armas largas, sino también con granadas de mano.
A pesar de ser mayoría y tener municiones especializadas, Don Alejo logró matar a cuatro delincuentes y herir a otros dos.
En el intercambio de balazos, los delincuentes huyeron y los militares llegaron momentos después. Al llegar, se encontraron con la casa destrozada y los cuerpos de los miembros del cártel de Los Zetas. Pero esa no fue su única sorpresa, pues descubrieron que Don Alejo colocó armas en todas las puertas y ventanas de la propiedad.
Lamentablemente, encontraron a don Alejo Garza Támez tirado sin vida, a sus costados estaban dos armas. El cuerpo presentó dos impactos de bala, uno en la cabeza y otro en el pecho, ocasionados por las esquirlas de las granadas.
Con ello, los miembros de la Armada de México se dieron cuenta que don Alejo logró replegar el ataque de Los Zetas, salvar a sus empleados y asesinar a cuatro delincuentes.
Corrido de don Alejo Garza Támez
Debido a su acto heroico, don Alejo Garza Támez se convirtió en una leyenda que obtuvo cómics, corridos, menciones en libros y hasta una película.
Los Ramones de Nuevo León cuentan con el corrido “La última cacería”, también Calibre 50 tiene el tema “Corrido de Feliciano”.
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