Pobre Mario Riestra, está hecho un mar de llanto.
Va de rincón en rincón dejando sus lágrimas. Ya ni los hombros de Chucho Zaldívar le alcanzan para recargarse.
Y es que algo salió mal en su ecuación. O al menos en el Riestraverso donde él es candidato a presidente municipal de Puebla por el PRI y el PAN y ganaba.
En el Riestraverso, Mario le gana a Morena y se convierte en el sucesor de Lalo Rivera. En su ecuación todo era perfecto, pero hay una variable que nunca midió. En realidad yo creo que son dos.
Hasta hace unos días, el panista minimizaba a Morena y a sus perfiles a la alcaldía, pese a que en las últimas encuestas, el partido lópezobradorista aparece con 7 y 8 puntos arriba del PAN.
Pero las variables que no tenía en la mira el amigo Riestra, se llaman Pepe Chedraui y Tony Gali. Aunque le preocupa más el primero.
Me dicen que a todo el mundo, a cada persona que se encuentra le pregunta “Dime ¿Si va Pepe Chedraui?”, “¿Cómo ves a Pepe Chedraui?”, “¿Yo creo que si gana Pepe Chedraui o no?”. Lo mismo lo pregunta a panistas, priistas y morenistas.
Vaya, le pregunta al bolero, al pollero, al carnicero, a la señora del súper, a su vecino, a todos les anda preguntando. Dicen que lo ven muy nervioso. Es más que ya hasta está dudando en aventarse.
De ese tamaño es el miedo que le tiene a Pepe Chedraui. Pero amigo Riestra, no chilles y lánzate, no seas miedoso. O me vas a decir que como no tienes segura la alcaldía, ya no quieres.
Al fin y al cabo sabes que tienes muchos factores en tu contra. Los principales es que eres bien codo y no cumples acuerdos.
Y también te aconsejo que vayas metiendo en tu radar a Tony Gali, a Alejandro Carvajal y cualquiera que busque la postulación de Morena.
Pero mientras andas buscando más hombros para consolarte, ya sé con qué espantarte “Ahí viene Pepe Chedraui”.
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