Imaginen qué tan mal le ha ido a Puebla. La terrible ingobernabilidad que hemos vivido en el estado y lo caótico que ha sido, para que las prioridades y necesidades de la gente hayan cambiado.
La principal necesidad de los poblanos. El primer problema o solución que ellos ven, que rezan a Dios para que suceda y que puede ser la solución a muchos problemas, es que el próximo gobernador de Puebla ya no se muera.
En los focus group, grupos de análisis y hasta en algunas encuestas, la principal preocupación de los poblanos es que el próximo gobernador cumpla con su mandato constitucional de 6 años. Sí, esta necesidad está por encima de la inseguridad, el empleo o servicios públicos.
¿Qué tanto daño le ha causado al estado que sus dos últimos gobernadores elegidos para cumplir un periodo constitucional de 6 años hayan muerto?
Fue una maldición pero para quién. Para Martha Erika Alonso, para Miguel Barbosa o para los poblanos y para Puebla.
En 2018 Martha Erika Alonzo ganó las elecciones para ser gobernadora por 6 años. Su mandato terminaría en 2024, pero sólo gobernó 10 días, luego vino su trágica muerte.
En una elección extraordinaria, un año después, Miguel Barbosa ganó las elecciones y su mandato terminaría en 2024, en la misma fecha en que la panista tenía que terminar el suyo.
Barbosa gobernó 4 años. Y para el estado fueron los peores 4 años de la entidad. No hubo avance en nada, en cada rincón de la entidad se respiraba un aroma a miedo, terror y persecución.
La muerte de los dos últimos gobernadores, ocasionaron una gran crisis en el estado a tal grado que la gente pide y clama que el próximo gobernador de Puebla no se muera.
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