Dios escuchó las plegarias de muchos poblanos, funcionarios del estado y presidentes municipales, pues el ahora todo poderoso Eric Cotoñeto, además de haber sido relegado, defenestrado, hasta investigado puede resultar.
Y digo buenas noticias porque si alguien se despachó con la cuchara grande a escondidas del gobernador Miguel Barbosa, fue este señor. Eric Cotoñeto fue el terror de todo alcalde, funcionario y Poblano en general.
Era peor que pulpo, tenía tentáculos en cada una de las secretarías y municipios. En Salud, en Movilidad y Transporte, en Educación, Desarrollo Rural o Medio Ambiente, en todos lados había gente del señor.
Intentaba obligar a los secretarios de estado a cumplir con sus órdenes y a los alcaldes también. Su forma de operar es o era el terror, la intimidación y la amenaza. Gracias a esas prácticas consiguió concesiones del transporte público e hizo varios negocios.
Pero digo que recibimos buenas noticias, porque hoy me enteré que en próximos días le cerrarán sus negocios de giros negros, o sea unos bares. Me enteré de muy buena fuente, que los días de gloria de Cotoñeto están contados.
Por el momento van por los bares, espero que en un futuro no muy lejano también cancelen las concesiones de transporte, y ya que si tenemos suerte, termine exiliado porque su política de terrorismo le ocasionó muchos problemas al gobernador.
Y es precisamente porque quiso treparse a las barbas, imponer gente y decir que eran sus “candidatos” y que él mandaba, lo que terminó por colmar la paciencia de mi Góber. Se le olvidó qué hay ciertas jerarquías que se deben de respetar.
Llegó un punto en que más que ayudar, estorbó. Solo es cuestión de tiempo o paciencia para que caiga el imperio que construyó.
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