Sí, lo sé, hasta pena me doy, no dejo de escribir acerca de Morena. Pero incluso, para los politólogos y especialistas en política, es un fenómeno muy interesante de estudiar, hasta apasionante diría yo.
Conforme más te metes en las entrañas de Morena, más ganas te dan de saber sobre cómo funciona, pues aunque tenga un líder supremo, la complejidad del partido va más allá de él.
Por eso, es tan interesante ver cómo se está desarrollando el proceso interno para la renovación del Consejo Estatal y de la dirigencia en Puebla. De entrada, lo que ocurrirá el próximo 30 de julio ya es más que cantado.
El grupo del gobernador Miguel Barbosa es el único que tiene toda la estructura para operar las asambleas distritales y colocará a su gente en la mayoría de los 150 lugares disponibles, serán pocos los que no pertenecen a ese grupo quienes se logren colar.
Yo creo que a eso se debe la decisión de Claudia Rivera y de Aristóteles Belmont de declinar en sus aspiraciones para buscar la dirigencia estatal. Supongo que no ven condiciones para contender o saben que será estéril e inútil esa búsqueda.
Ante ese panorama, no les queda más que la retirada. Y aunque el gobernador trate de imponer su ley en Morena en Puebla, y aunque trate de aislar al partido del contexto nacional, sucederán cosas a nivel federal que orillarán a que el partido lópezobradorista se adhiera a ese contexto.
Claro, Barbosa es un político con gran experiencia y un largo colmillo, entonces podrá negociar cualquier cosa que se le apetezca cómo las candidaturas. Ya sabemos el futuro inmediato de este partido en Puebla, lo del próximo 30 de julio es mero trámite.
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Me queda claro que todos los mexicanos tienen derecho a votar y ser votados, eso implica hacer su luchita para buscar un cargo de elección popular, nos caigan o no nos caigan bien las personas.
Como la doctora Hilda Vázquez, directora de Recursos Humanos de la Secretaría de Salud y su hijo Cuauhtémoc Sánchez, quienes se registraron para buscar uno de los 10 lugares para el Consejo Estatal por el Distrito 6, de la ciudad de Puebla.
Llevan tiempo trabajando en ese distrito y pues sus compañeros en la Secretaría no andan muy contentos, pues son algo pesaditos, pero en fin, ya tienen trabajo y presencia, seguramente quedarán.
Y otro que igual quedará será Jonathan Robles. Escribí de este muchacho el jueves pasado y les platiqué de una charla muy divertida que tuvo con una señora del Distrito 9.
Muy agradable este Jonathan Robles. Y ya me explicó el contexto en el que se dio esa charla. Al final le contestó muy chistoso, pero en realidad nada malo le hizo.
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