Mi adorada y querida Blanca Alcalá Ruiz ya definió su futuro político. Eso sí, muy cauta, audaz, experimentada, sabe para lo que le alcanza y para lo que no y en ese tenor, sabe que el camino más fácil para seguir vigente es el Senado.
Claro que vio, midió y se dio cuenta del relajo que será en el 2024, las aduanas que tendría que pasar para buscar la candidatura a la alcaldía de Puebla, que además estará complicada y la mejor decisión que pudo tomar es ir por el Senado.
Además, tendrá todo el apoyo del alcalde de Puebla, Eduardo Rivera Pérez quien es su gran amigo. Y si Lalo busca la gubernatura del PRIAN, no dudará en que una de sus acompañantes en la boleta sea la exalcaldesa y exsenadora.
Blanca sabe que sin el PAN no puede ganar ningún cargo de elección popular y Lalo Rivera sabe que sin el PRI y sin ella, tampoco podrá llegar muy lejos, así que ya trazaron la ruta a seguir, pero la duda sigue matando porque entonces:
¿Quién será candidato o candidata del PRIAN a la alcaldía de Puebla?
¿A cualquiera del resto de los perfiles le alcanzará para ganar y podrá capitalizar la ventaja que tiene el PAN en la capital?
¿Le dejarán la candidatura al PRI o se quedará en Acción Nacional?
Y como mi querida Blanca Alcalá no se quiso meter en ese pleito, esa rebatinga, ha optado por encabezar la fórmula al Senado, eso sí, no permitirá que la manden en segunda posición. Va por la primera fórmula y su acompañante seguramente será del PAN.
Y hablando del PAN, creí que nos habíamos liberado de Javier Lozano Alarcón, pero sigo soñando. El panista regresó a la vida política de Puebla para anunciar que quiere ser candidato a gobernador. Sí, el pobre sueña alto.
O más bien, quiere ver que saca de provecho. Tal vez una diputación federal, tal vez pretenda ser el compañero de fórmula de Blanca Alcalá o hasta quiera buscar en realidad la alcaldía de Puebla.
Lo cierto es que lo tendremos por aquí unos 3 años, por lo menos. En los que estaremos escuchando una y otra vez su melodiosa voz.
dando clic en el periódico