Hasta que la revolución nos hizo justicia. Y digo que nos hizo justicia porque CENTRAL estuvo muy al pendiente de todas las fechorías de Hilda Vázquez como directora de Operación de Personal en la Secretaría de Salud del estado.
Se preguntarán por qué es tan relevante la destitución de la señora. Pues fue tanta la presión que hizo el Sindicato de Trabajadores de la Salud para que la corrieran. Hilda Vázquez se echó de enemigos a los sindicalizados y fue un grave error, gravísimo error.
Pues no te puedes pelear con las personas que trabajan para ti y menos si son sindicalizadas. Y aunque por dos años estuvieron picando piedra para que la sacaran. Hasta que se nos hizo, y digo que se nos hizo, porque en esta casa editorial siempre dimos cuenta de todas las irregularidades que señalaban los trabajadores de Salud. Es más, diré que parte de su salida fue por acción de CENTRAL.
Hablando en el argot político, digamos que uno de los lóbulos de la cabeza le pertenece a este medio de comunicación, otro más al sindicato, y el resto a los amigos de los medios de comunicación que también le dieron seguimiento al tema. Así que estrellita de kínder y en la frente para nosotros.
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Y tremenda “estrellota” pero “estrelladota” que se dio el diputado local del PAN, Eduardo Alcántara con la resolución del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación en su contra. Los magistrados desecharon su recurso de impugnación para no ser catalogado como violentador político de mujeres.
Lo peor del caso, es que insiste en que no cometió violencia política de género. Que encontró muchas inconsistencias en el proyecto que lo sentenció y que la culpa es de Eduardo Rivera Pérez quien lo quiere ver destruido.
Ya ni la chingas. Lalo, amigo, el pueblo no está contigo. Acepta tu resolución y retírate. Recuerda que en boca cerrada no entran moscas. Para que insistes en algo donde la ley y la razón no te asisten. Mejor piensa en todo lo grave que hiciste para que hayas llegado hasta este punto. No hay que ser incongruente.
También aprovecho el espacio para reconocer a Erika de la Vega. Pues pese a las amenazas, a la violencia sistemática que vivió, además de la violencia sexual de la que fue víctima, jamás se rindió, siguió adelante pese a tener todo en contra. Pese a luchar contra todo el sistema, pero al final lo logró.
Ahora me queda claro que la justicia existe y el karma llega y bien cabrón.
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