“Es que como humanidad aun hay muchas cosas que tenemos por aprender” es un testimonio que me quedó muy grabado en una entrevista que tuve la oportunidad de realizar a principios de 2021 hablando sobre el tema de la pandemia, había coincidido en aquel entonces con muchos especialistas que desde distintos ámbitos habían hablado de este tema en mis espacios para medios y curiosamente todos coincidían desde el enfoque médico, psicológico, filosófico y demás que como humanidad era una oportunidad de un reseteo definitivo para un rumbo casi sin retorno que estábamos a punto de tomar.
2022 inicia con la noticia de una invasión y los rumores cada vez más fuertes de una tercera guerra mundial, aquí es donde pienso en la utopía en la que muchos basamos un cambio como humanidad, una vez que habíamos trabajado en conjunto por encontrar una vacuna, hoy, con muchas tareas pendientes como sería precisamente buscar extender la vacunación a naciones de tercer mundo (sólo por citar un ejemplo) decidimos hacer una nueva guerra.
Sin importar las razones que pueden ir desde lo económico hasta lo político, la guerra a final de cuentas históricamente ha sido demostrado es una buena manera de reactivar una economía y en un mundo post pandemia en donde muchas economías tambalean no hay mejor manera de reafirmar un nuevo orden en este tema que con este terrible acontecimiento aunque en realidad existan otros temas que resolver que nos acerquen más a lo que podríamos llegar a ser como humanidad y no a lo mezquinos que podemos ser como especie.
De héroe a Villano
El presidente ruso Vladimir Putin por muchos años logró construir un Estado que poco a poco se ganó la confianza de occidente, su economía fue creciendo y fortaleciéndose, los tratados políticos y comerciales se consolidaron al mismo tiempo que un nuevo rostro de esta nación lejos de la sombra del comunismo se dibujaba. El único pero fueron los esfuerzos de Putin por mantenerse en el poder que lo llevaron de un nacionalista a un auténtico dictador, de un político a un criminal de Guerra porque ¿de qué manera se puede llamar a quien ordena bombardear refugios y hospitales con niños?
De héroe a villano, ¿quién puede mantenerse tanto en el poder sin corromperse? la invasión a Ucrania es el claro ejemplo de alguien cuya mente se ha ido envenenando por una sed de poder, ejerciendo un fuerte control y manejo de los recursos democráticos a su antojo y ahora iniciando una política de revancha hacia el exterior poniendo en jaque al mundo y orillándolo al riesgo de una nueva guerra mundial.
Guerra en la era digital
Me ha asombrado ver la manera en la que fluye la información en estos tiempos de crisis, todo mundo minuto a minuto puede consultar la situación de Ucrania en tiempo real y solidarizarse moralmente con esta nación aunque muchas de estas muestras de solidaridad parecieran inútiles una vez que los ataques se han intensificado en zonas de refugiados. La pandemia nos demostró el valor de los medios digitales y la manera en la que estos canales que en muchas ocasiones desacreditamos como espacios deshumanizantes y frívolos, al final terminaron mostrando lo mejor de muchas personas, sociedades e inclusive naciones para afrontar este reto, para mi es muy interesante observar cómo estos medios podrían ayudarnos a resolver este conflicto, como las intenciones de millones de personas que van desde los grandes líderes de opinión hasta las personas que como tú y como yo tenemos acceso a estos espacios, pudiéramos en verdad ser agentes de cambio, pelear no con el arma de una bala sino con la del discurso digital, ¿hasta dónde tendrán los medios digitales el poder para frenar esta situación?
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