La pandemia… de la salud emocional

Daniel Fajardo

Históricamente son 3 momentos los que debemos distinguir y analizar en el estado psicológico de las personas en la actualidad. El primero, durante la pandemia, de un día para otro y tal cual ocurre cuando fallece alguien, me gustaría decir que le dijimos adiós a nuestra vida anterior, ¡simplemente la perdimos!

Durante ese periodo tuve la oportunidad de charlar con varios especialistas en mis entrevistas para distintos medios y todos me hablaban de la importancia de vivir una etapa de duelo, tal cual fallece una persona, los que nos quedamos debemos experimentar una serie de pasos que nos conduzcan a la aceptación y a continuar nuestras vidas. ¿Realmente vivimos un duelo?, ¿quiénes de forma consciente calmaron sus mentes y realizaron este ejercicio para seguir?

El siguiente momento se dio cuando comenzó la etapa de desconfinamiento, las personas empezaron, lentamente y con muchas precauciones, a continuar sus vidas en una atmósfera polarizada por el miedo de los muchos que no estaban seguros de salir en un mundo que irremediablemente tenía que continuar.

Finalmente, la fase 3 que es la que vivimos en este momento llamada “nueva normalidad” en la que el mundo ha cambiado, las reglas se han transformado y coexistimos con el virus del COVID 19, tras estas condiciones ¿cuántos sentimos un impulso de regresar a lo que éramos antes incluso de forma imprudente e irresponsable?

Un enemigo silencioso

Ahora estimado lector, este planteamiento de 3 fases es el contexto para exponerle mi idea de esta semana, cada una de estas etapas nos pudo haber golpeado psicológicamente, pudo ser la primera, la segunda, la tercera o todas juntas, pero lo que sí es importante reconocer es que aunque todo parezca normal, muchos podemos traer vicios que pueden afectar nuestras relaciones con los demás en la actualidad debido a esta situación.

Por ejemplo, en la fase uno si no llevamos el duelo del que hablaba de la mejor manera ¿qué tipo de conductas y comportamientos puedo tener sin darme cuenta?, ¿qué tanto pudo afectar la manera en la que realicé mi desconfinamiento y además vivir la nueva normalidad?

Observaba recientemente casos de estudiantes que se hicieron virales en escuelas golpeando a otros niños con tal furia que evidentemente algo está mal en ellos. Observo en la calle a más automovilistas ser imprudentes (sí más de los que había antes) y no es que los conductores se olvidaran de cómo manejar, algo de afectación hay tras tantos meses de confinamiento y de un ingreso a la nueva normalidad sin asistencia de un profesional.

Nadie puede decir que está ajeno de alguna afectación psicológica y es importante que reflexionemos ¿qué tan cómodos nos sentimos con nosotros mismos y la manera en la que vivimos esta nueva normalidad?, ¿cuántos de nosotros vivimos la experiencia de perder un estatus social, un empleo, hábitos de esparcimiento ¡vaya nuestra vida! ¿qué tan fácil es asegurar que estemos al 100 %?, ¿Hemos descargado, mediante el duelo, nuestra ira ante la pandemia o lo hacemos ahora con varios actos de violencia en diversos ámbitos de nuestra vida?

Importante antecedente

La salud de los mexicanos en el plano psicológico y emocional estaba en focos rojos desde antes de la pandemia. Al interior de las empresas, la NOM 035 desnudaba muchos casos de acoso laboral y sexual en las empresas que sonaban muy fuerte porque la mayoría de las que eran auditadas salían calificadas muy bajo.

Tan sólo en el 2020, Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) hubo siete mil 896 suicidios en México principalmente una población de adultos jóvenes.

A esto podemos sumar depresión crónica, ansiedad, estrés y tantas enfermedades psicológicas que padecemos en la vida cotidiana.

La salud emocional en México es otra pandemia que llegó mucho antes que el COVID – 19 y sigue siendo una prioridad que debe atenderse.

Es importante incrementar los programas de orientación y apoyo psicológico tras la pandemia porque indudablemente unos más que otros ¡pero todos! debemos tener algún tipo de afectación que puede manifestarse de forma inmediata en nuestras conductas actuales o bien, de forma posterior como reacción a un trauma que nos haya quedado con lo vivido desde 2019.

Es una acción estratégica que debe implementarse por autoridades, por las empresas y también por nosotros. La salud emocional tiene el mismo peso y valor que nuestra salud física y es importante tratarla si notamos que algo no está bien en nuestros pensamientos, actitudes o comportamientos.

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Daniel Fajardo

Comunicólogo reconocido por el Ayuntamiento de Puebla como “Poblano distinguido”. Productor de contenidos para espacios de prensa, radio y medios digitales, los cuales utiliza para la difusión de...