Fue lamentable el momento en el que a pocas semanas de iniciar este 2022, Rusia decidió invadir a Ucrania, las alertas del mundo se encendieron, el temor de una Tercera Guerra Mundial se leía en las redes sociales.
Pensaba en aquel entonces que con tantas manifestaciones de todo el mundo a través de estos medios, de figuras públicas que compartían por igual su desaprobación, que quizás, las cosas podían cambiar, pero no sucedió.
Por supuesto que a las grandes naciones no les conviene una guerra, las armas ahora sé que son económicas y las super potencias han lanzado sus nuevas bombas nucleares generando grandes destrozos en la economía Rusa pero eso no ha mermado los planes de Vladimir Putin quien cierra su historia como la de todos los tiranos y dictadores, ¡qué lástima para alguien que por mucho tiempo a nivel mundial fue consolidado como un gran líder!
Hoy la crisis ha empeorado, la situación de Ucrania incluso ha llegado con más frecuencia a civiles que han muerto asesinados por los rusos que ahora atacan a las poblaciones que ni siquiera están armadas ante los ojos de quienes siguen esta noticia, porque para muchos fue sólo un tema de moda, un Trending Topic.
Sí, los ojos del mundo hoy miran otros temas, la próxima edición de la copa del mundo, la boda de Jennifer López, los próximos estrenos de Marvel, los casos de viruela del Mono ¡hoy todo importa menos la guerra en Ucrania!
¿Por qué hemos normalizado esta situación?, ¿por qué la lucha en las redes sociales se ha detenido?, ¿por qué pensamos en nuestras vacaciones, el regreso a clases o la llegada de la próxima Navidad?
Una guerra antes generaba una tensión mundial, hoy el mundo ha decidido reconocer que hay un conflicto pero también ha decidido que la prioridad es atender sus propios problemas.
¿Qué podemos esperar ante esta indiferencias?, hoy miro con tristeza los ataques que existen en nuestro país, balaceras en gasolineras, pizzerías, los casos de feminicidios, el asesinato de sacerdotes, tantas cosas que simplemente son una noticia, un trending topic que no pasa de ahí, ¿por qué?, ¡la respuesta es simple!
“Mientras que no me dañe a mi”… es un pensamiento muy poderoso porque es la base de la indiferencia.
Pero pocos reflexionamos que esa actitud no nos conduce a nada bueno, porque vivimos interconectados y la indiferencia ante la situación en Ucrania por supuesto que tiene consecuencias muy cercanas a nosotros, la violencia que ocurre en otros estados en el país por supuesto que afecta nuestras vidas más de lo que creemos, sólo que hemos decidido mirar a otro lado, colocarnos la venda de la indiferencia en los ojos sin medir las consecuencias de que la indiferencia, es una gran irresponsabilidad como sociedad…
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