Recuerdo una vez que acudí a una conferencia en donde hablaban sobre los peligros de manejar mirando un celular, simplemente no había capacidad para reaccionar y evitar un accidente. La conferencista Jiil Begovich, hacía una analogía muy curiosa, un auto a 60 km/hora o más es como un misil, capaz de destruir lo que tenga enfrente, dicha comparación me quedó muy grabada.
Durante el desconfinamiento post – pandemia, he observado mientras conduzco como las personas son cada vez más imprudentes al manejar sus vehículos, pareciera que perdimos los buenos modales y la cordura con el encierro. La evidencia son los accidentes fatales que han estado relacionados con este tipo de incidentes en este 2022.
Muchas de las causas son generadas por imprudencias y actos 100 % de egoísmo puro en el que el “yo primero” termina siendo tan sólo un pensamiento de arrepentimiento una vez que se ha generado el choque.
El INEGI compartió a través de un comunicado de prensa publicado el 22 de Noviembre de 2021 lo siguiente:
En 2020 se reportaron 301 678 accidentes, de los cuales 245 297 registraron solo daños materiales (81.3%); en 52 954 se identificaron víctimas heridas (17.6%), y los 3 427 accidentes restantes corresponden a eventos con al menos una persona fallecida (1.1%) en el lugar del accidente.
El total de víctimas muertas y heridas en los accidentes de tránsito ocurridos en zonas urbanas durante 2020 fue de 75 761 personas, de las cuales 3 826 fallecieron en el lugar del accidente (5.1%) y 71 935 presentaron algún tipo de lesión (94.9%).
Son cifras sin duda alarmantes, no es un tema que debe normalizarse como muchas de las cosas que a veces creemos no son un asunto tan grave, lo que más me ha preocupado en este 2022 es la manera en la que estos accidentes son cada vez más mortales y que en muchas ocasiones quienes pagan son personas inocentes que circulaban sin pensar que podrían encontrar a la muerte en ese día.
Educación y valores, dos temas pendientes al momento de encender un motor
No hay mejor forma de prevenir un accidente que pensar en ese misil que podemos ser cuando conducimos, un auto puede ser una peligrosa arma que puede causar un desenlace fatal, tan sólo pensando en este simple argumento, podemos ser más conscientes de la importancia de cuidarnos y cuidar a los demás, reafirmo en 2020 fueron 75, 761 las personas que murieron, de las cuales 3 826 fallecieron en el lugar del accidente ¿te gustaría ser tú un número más de la estadística o con tu imprudencia sumar un dígito más a la misma?
Sumemos a esta reflexión los homicidios que han ocurrido a peatones y ciclistas quienes lamentablemente son también una consecuencia de este tipo de imprudencias.
Manejemos con cuidado y con responsabilidad y eduquemos a las siguientes generaciones para ser de la misma forma precavidos, he sido testigo y he visto también en vídeos virales que en muchos de estos accidentes e inclusive agresiones de personas que utilizan sus autos para amedrentar a otros, van acompañados de menores, pequeños que aprenden este tipo de actos y que indudablemente lo replicarán cuando tengan la oportunidad de conducir sin saber si en alguno de estos casos la suerte no jugará a su favor y terminarán siendo parte de alguna estadística de accidente automovilístico.
Hay mucho trabajo que hacer tanto para las autoridades como para nosotros como ciudadanos, una licencia de conducir no debe ser tan sólo una manera de tener ingresos para un Estado, debe haber un curso real que no sólo califique la edad y habilidad para conducir, sino enfocarse en temas de conducta y ética del conductor, muchos de los accidentes se originan por faltas al reglamento de tránsito que nadie ejecuta lamentablemente y que muchas de éstas suceden por desconocimiento de los ciudadanos.
Con la tecnología que tenemos hoy se podrían impartir cursos obligatorios de manera virtual que deberán acreditarse de forma previa antes de acudir a una oficina para recoger el permiso para conducir, el mismo podría ser obligatorio para personas que sean sorprendidas violando el reglamento y condicionar sus licencias sólo si se logra la aprobación de estas lecciones, los ciudadanos que no lo hagan pueden tener una sanción económica mayor e inclusive proponer la suspensión de la licencia cuando se detecte la frecuencia de infracciones. Estas acciones sí que generarían un cambio.
Por supuesto los ciudadanos también tenemos una acción muy importante, esta normativa fue creada para seguridad de todos con la intención de prevenir accidentes, de ahí la importancia de ser conscientes de su contenido y como padres de familia, pensando en una nueva generación de automovilistas más responsables, sensibilizar a los hijos sobre la importancia de la esencia de este reglamento para que de esta manera los futuros conductores reconozcan que al volante tenemos una gran responsabilidad y que al igual que nosotros todos queremos y tenemos el derecho de volver a casa.
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