Pocos son los contenidos que se encuentran disponibles en medios cuya razón de ser no sea parte de una estrategia para una audiencia determinada, cada uno de estos representa un reflejo de lo que cada uno en realidad desea ver y que refuerza de cierta manera su visión del mundo. Ninguno de estos contenidos nos hace mejores o peores personas, pero sí debemos asumir nuestra responsabilidad para elegir lo que decidimos ver y escuchar.
Me tocó vivir mi infancia en la década de los 80 donde no teníamos opciones, eran unos los que decidían los temas que serían nuestro entretenimiento y los temas de conversación, hoy la situación ya no es así.
Con tantas opciones disponibles realmente miramos lo que nos interesa, con lo que más nos identificamos, los contenidos son indudablemente un espejo social, nuestro espejo.
Pese a dedicar parte de mis contenidos a la crítica de series y películas con otra de mis columnas, nunca he visto “La Casa de los Famosos”, he estado informado de los temas que han derivado de sus dos temporadas y entiendo perfectamente la estrategia que el programa utiliza para ser tan exitoso y agradar al sector de la población para quien está creado, pero tengo la decisión de elegir de qué manera quiero pasar mi tiempo libre porque afortunadamente tenemos opciones.
Anacrónica es la justificación de quejarnos de una televisora por producir contenidos que no sean apropiados cuando insisto existen opciones, quienes así lo hacen y miran los contenidos que critican lo hacen por hipocresía, aceptemos sin temor lo que nos entretiene sin culpar a los medios por producir estos contenidos.
Lo único siempre reprochable es la calidad requisito indispensable para todo profesional al frente de un proyecto en medios de comunicación, la auténtica y efectiva censura hacia un contenido es simplemente la indiferencia, y la evidencia está en que existen pocos proyectos disponibles en línea o al aire que realmente la gente no esté dispuesta a mirar.
La mejor forma de manifestarse contra un contenido que sintamos perjudicial curiosamente no está en la crítica, sino más bien en la indiferencia.
Hoy los medios de comunicación tienen el enorme reto de producir mejores contenidos debido a la cantidad de opciones disponibles en muchos espacios. Como profesional de la comunicación me duele que desde hace mucho las puertas para talentos jóvenes se hayan cerrado para aportar ideas y devolver los momentos de gloria que vivíamos hace décadas cuando nuestras telenovelas eran dobladas en una gran cantidad de idiomas y reproducidas en varios países, siento que nuestros contenidos pese a plataformas que lo intentan como Vix siguen siendo demasiado regionales y no hemos logrado salir del todo de la caja para sumarnos a la tendencia de los temas que hoy son un éxito a nivel global.
Celebro al mismo tiempo que los jóvenes tengan un contexto para crear sus contenidos en sus propios medios que no me gusta llamar alternativos porque muchos de estos hoy incluso alcanzan mayor éxito que los que producen los medios tradicionales, y al mismo tiempo les invito a no irse por el camino fácil y producir lo que los demás crean, la fama es efímera y las tendencias cambian de un día para otro, hoy tenemos opciones y cada vez somos más críticos con las cosas que nos gustan y decidimos consumir, asumir el reto tanto espectadores como productores de hacer y consumir contenidos originales, ideas diferentes y promovamos un mundo de libre competencia donde sean las mejores propuestas las que sean tendencia.
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