“No aprender de nuestro pasado nos condena a repetir los mismos errores” era una frase parafraseada que recuerdo buscaba generar consciencia sobre la importancia de construirnos un futuro mejor y no estar en un constante proceso de involución como ocurre de forma habitual en la humanidad.
Durante la pandemia de 2019, el discurso que se manejó en los medios y la invitación constante que se promulgaba era para reflexionar acerca del mensaje que como humanidad deberíamos entender, un virus microscópico había puesto de rodillas inclusive a las naciones más poderosas del mundo, que ni con todo el dinero y las armas disponibles pudieron hacer algo para evitarlo.
La oportunidad para trazarnos un nuevo camino, de mantener ese sentimiento de ser todos ciudadanos del mundo y sí, cuando colaboramos en conjunto ¡todos! para encontrar una solución parecía esperanzador, la gran oportunidad que la humanidad buscaba como pretexto para por fin dar ese gran salto para consolidar un mundo mejor.
El eterno camino a la involución
2022 comenzó con un nuevo conflicto bélico, sí, a tan sólo unos meses de que muchos países comenzarán una nueva etapa post – pandemia y buscando tratar de retomar su “nueva normalidad” en el sentido más completo y textual regresamos a la cotidianidad de la humanidad pre – pandemia que es un camino hacia la eterna involución.
Rusia confronta a Ucrania, Corea del Norte amedrenta con el lanzamiento de un misil para pasar lista y Corea del Sur junto con Estados Unidos hacen lo propio y poco a poco el mundo retoma el camino donde lo dejamos en el 2019.
¿Cuáles el destino final de este camino a donde la humanidad quiere llegar?, quizás los locos somos los que pensamos en esta utopía de un mundo unido y mejor cuando la historia nos demuestra que el camino que nuestras sociedades han decidido emprender es hacia otra dirección y la historia lo demuestra, tantos y tantos intentos por reescribir nuestro destino, oportunidades históricas que se nos han presentado y al final tomamos el mismo camino hacia la autodestrucción.
¿Qué lección nos falta aprender como humanidad?, ¿qué evento debe ocurrir para por fin lo hagamos? cada vez estos pensamientos se alejan de una posible realidad y se reafirman en una eterna utopía, la historia que parece nos encanta repetir ¿qué dice de nosotros?
Hoy los idealistas nos hemos convertido en aquellos pasajeros que viajamos en el tren de la humanidad sin una venda en los ojos en compañía de los sordos y quizás ciegos que ante el desastre al que nos dirigimos aceleran la velocidad para llegar, no dejemos de alzar la voz, no perdamos la esperanza aunque pareciera que el mundo irremediablemente repetirá esta historia, seamos valientes de nuestros tiempos para seguir haciendo estos llamados que inviten al cambio porque al menos, en sucesos como los que hemos vivido en los últimos tiempos y que nos han unido, sé que todavía existe una razón para luchar por nuestra humanidad.
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