Seguramente ya los tengo hartos. Pero la semana pasada tuvimos otra historia de grúas, impunidad y tráfico de influencias.

Ahora tocó más arriba. Llegó incluso a afectar a un funcionario de Movilidad y Transporte.

La cosa estuvo más o menos así:

En Amozoc, la noche del 2 de marzo una grúa del servicio Carrera –las cuales están contratadas por el Ayuntamiento– impactó a otro vehículo, a otro auto estacionado y de paso una motocicleta.

El choque ocurrió en la calle Juan Escutia esquina con Revolución en la colonia Casablanca.

El conductor, al intentar darse a la fuga, fue asegurado por los vecinos de Amozoc. Al menos 40 le hicieron montón y el chofer se puso violento y hasta sacó a relucir las influencias del propietario de la grúa, un tal José Luis Carrera.

Veinte minutos más tarde llegaron las unidades de Policía Municipal del municipio de Amozoc para revisar qué es lo que estaba ocurriendo.

Resultó que el conductor de la grúa exigía, además, que viniera gente de Movilidad y Transporte del Gobierno del Estado ya que su jefe –ese señor Carrera– estaba “súper bien parado”.

Al ver que nadie le hacía caso, el chofer aseguró que José Luis Carrera, su patrón, le pediría a un tal Fernando Loranca que interviniera y a él no le pasaría nada.

Total, bien dicen que más vale un mal arreglo que un buen pleito. Los tres afectados y el chofer de las Grúas Carrera aceptaron llegar a un convenio.

Lo curioso fue que, siempre sí, llegó “un abogado” enviado directamente de la Secretaría de Movilidad y de Transporte.

El abogado no dijo quién lo había enviado, pero entró directamente a la negociación y apoyó al chofer borrachito que había hablado demasiado.

Tras el pleito se evidenció que José Luis Carrera, el mero mero de las Grúas Carrera, se presumía como enlace del gobierno del estado de Puebla ante la Secretaría de Movilidad y Transporte.

Aprovechándose de esto, el tal Carrera ha venido utilizando sus contactos con Movilidad para hacer lo que quiera en la región y cobrar a sus anchas y excesivamente a los ciudadanos con el apoyo, supuestamente de sus padrinos.

Bueno, pero pareciera que el último escándalo le salió caro a Carrera.

Porque su contacto y su protector, José Fernando de Jesús Loranca Huidobro fue dado de baja del área de Dirección de Inspección y Vigilancia de la Secretaría de Movilidad y Transporte en cuanto la titular de la dependencia, Elsa Bracamonte, conoció esta historia.

Trascendió este escándalo de tráfico de influencias en Amozoc y por si fuera poco se sumó lo que ocurrió en Libres esa misma noche del 2 de marzo cuando los vecinos cerraron la Amozoc-Nautla por los excesos del área de Inspección y Vigilancia y de paso quemaron cuatro vehículos –dos de ellos de la SMT–.

Ahora qué harán los de Grúas Carrera si su padrino ya fue dado de baja.

¿Continuarán con los cobros excesivos?