El pleito por el control del Mercado Morelos que ya ha cobrado vidas y varios hechos violentos en el último año no tiene su epicentro en este lugar.
El epicentro es el penal de San Miguel.
Y es que, alguien, se está haciendo de la vista gorda cuando ingresa la carga de productos como la Coca-Cola al área de carga.
Así es. Casualmente por la directora, María del Rayo Mendoza.
Hay conexiones que no están notando –guiño, guiño– o simplemente las están capitalizando.
Los estupefacientes ingresan entre las adquisiciones de los internos que se hicieron de las concesiones, como la del refresco.
Literal: entra la coca.
Recientemente, la fiscalía quiso revisar la introducción de refresco al penal y fue impedida por las autoridades penitenciarias.
Curiosamente no dejaron revisar la carga solo porque ya estaba en la aduana del penal.
Una denuncia que llegó a la Fiscalía de Puebla reportó hora, lugar y hasta operadores de la entrada de cocaína y cristal con el pedido del refresco.
Dio la casualidad que el proveedor del refresco no fue directamente la empresa FEMSA Coca-Cola si no un proveedor particular que lo vende al centro penitenciario.
Y el vendedor del refresco es nada más y nada menos un personero de Alejandra N., alias “La Jana” o “La Hana”, pareja sentimental de José Christian N., alias “El Grillo”.
El vendedor del refresco viene del Mercado Morelos y entra sin revisión alguna. O más bien, el acceso de estupefacientes se hace en las narices de las autoridades del penal.
Claro, a menos de que María del Rayo Mendoza sea la directiva más desinformada que ha tenido el penal de San Miguel.
Ahora vamos por la otra sede de este pleito por el Mercado Morelos.
Ya en las “narcomantas” que se hicieron públicas la semana pasada se exhibió que la lealtad se perdió entre el grupo que dejó José Christian N. encargado del Mercado Morelos.
Un personaje, conocido como Gabriel N., alias “El Gabo”, supuestamente muy cercano a “El Grillo” llegó a “poner orden” en el Mercado Morelos desde el 2022.
Trataron de limpiar la imagen del mercado, pagaron ruedas de prensa con los locatarios, algunos de ellos incluso en realidad pensaron que las cosas habían cambiado y todo vendría con legalidad.
Pero no pasó. Gabriel notó el jugoso negocio del Mercado Morelos y comenzó a hacer a un lado a personajes cercanos a “La Jana” y su familia.
Por eso las amenazas a sujetos como “El Costras”, “La Jana” y otros habitantes del penal de San Miguel.
El Mercado Morelos se dividió entre los operadores de Gabriel y los familiares o secuaces de “El Grillo”.
Un grupo controla a locatarios, los mantiene amenazados, opera las micheladas y bares clandestinos así como los locales vacíos que son usados para todo tipo de situaciones ilícitas.
El grupo que permanece leal a “El Grillo” cada vez se mantiene más a raya. Y muestra, son los cinco ataques en últimos meses a operadores de Alejandra y José Christian, las amenazas en “narcomantas” y demás.
La peligrosidad del tal Gabo está comprobada ya. Él presume estar conectado a la Familia Michoacana. Pero ya sabemos que en esto de los grupos delictivos cualquiera dice misa y no les andan revisando el pedigrí.
Claro, a “La Jana” la mantiene tranquila la operación del vicio en otras sedes.
Por eso la importancia de la carga de Coca-Cola venida desde el Mercado Morelos que entra puntual cada quince días al penal de San Miguel.
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