Los corralones se han vuelto una cueva de ladrones autorizados desde la Fiscalía General del Estado y algunos municipios.

Bandas enteras dedicadas al robo de vehículos y de carga se han resguardado también entre estos espacios ante los ojos complacientes de las autoridades y en específico de una desvencijada Guardia Nacional.

La Guardia Nacional en Puebla, desde abril, ya cuenta con el mando militar cuyos cuadros simplemente desconoce los caminos y veredas de la autopista México-Puebla.

Desde la semana pasada, quien esto escribe, tuvo conocimiento del caso de un empresario dedicado al transporte de carga, quien prácticamente fue extorsionado por la empresa “Transportes y grúas logísticos del Sur” para que, a cambio de 45 mil pesos, le devolvieran una vehículo que él prácticamente había encontrado.

Valientemente, este empresario encontró su vehículo, lo siguió sin mayor apoyo de la Guardia Nacional y de la Policía Municipal de San Martín Texmelucan pero se vio atorado por otro grupo delictivo.

Las bandas delictivas que están en los corralones.

Y hay que decirlo, “Transportes y grúas logísticos del Sur”, que opera en específico este corralón, cuenta con una ubicación de lujo para los negocios sucios y con las conexiones precisas para sacar raja de la desgracia de los transportistas.

El corralón se encuentra en una zona rodeada de bodegas en donde termina la carga de camiones robados y que son constantemente cateadas por las autoridades estatales.

Está también cerca del Tianguis de San Martín Texmelucan, con acceso desde la autopista México-Puebla y del entronque con el Arco Norte.

Por si fuera poco, también hay muchas veredas en las que no hay revisión ni de la Guardia Nacional ni de la Policía Municipal o Estatal.

Debido a esto puede ingresar cuanta vehículo o carga robada se requiera.

Y además de los cobros injustificados y las altísimas tarifas que imponen sus propietarios, también cuentan con hordas de jovencitos que laboran ahí desvalijando vehículos.

Del corralón salen camionetas llenas de autopartes, espejos, llantas, baterías, portezuelas y demás.

Si tu vehículo va a parar a este corralón, simplemente da por perdido autopartes y hasta la carga, si es que lo recuperan con lo que llevaba.

¿Qué pasa con este tipo de espacios que simplemente abundan en el territorio poblano?

¿Por qué las autoridades municipales, estatales y federales permiten que sigan operando con las cuotas que ellos impongan y con toda la impunidad de entregar los vehículos desvalijados?

¿Qué pasa con la Fiscalía General del Estado que incluso certifica estos lugares?

Ah porque, cómo no, el corralón de “Transportes y Grúas Logísticos del Sur” cuenta hasta con el aval de la Fiscalía de Puebla, y hasta su logotipo presume en su fachada.

¿Aún así queremos que la gente confíe y tenga antojo de Puebla?