Po-po-por favor, acompáñeme a conocer esta triste historia.
No lo quiere Nacho.
No lo quiere Inés.
No lo quieren los Martínez.
No lo quieren en Quecholac
No lo quieren en Tecamachalco.
Ni en Palmar de Bravo.
Y no sabe dónde está Yehualtepec.
Se lo sacudieron Claudia, Javier, Sergio y Alejandro lo mandó a un cuarto de escobas. Monreal ni lo topa.
Cree tener ojos en todos lados pero lo que tiene en las narices nomás no lo ve.
Las deslealtades que sembró en cada uno de los espacios por los que pasó en los dorados días del barbosismo se las están cobrando.
Y lo poco que le queda de control en la dirigencia de Morena se le va de las manos.
Se autonombra con sus publirrelacionistas y amanuenses como “El Chico Maravilla” porque no entendió la ironía cuando así lo llamaron en un evento público.
Maravilla sería que pudiera poner un pie en el distrito por el que busca ser candidato, a-lo-que-sea, y poder levantar la cara para hacer campaña sin esconderse ante tanto enemigo.
Dicen los que creen en astrología que el año 2024 será un año de ciclos en los que se pagará tu karma.
Y si su patrón fue fulminado de la estructura de Morena con un telefonazo de Cuauhtémoc Blanco, ¿qué podría esperar el empleado?
¿Qué pasará con el maquiavélico señor Andrés Villegas en 2024?
Ya veremos, porque hasta la basura se recoge.
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