Una fisioterapeuta poblana fue detenida por su relación con la muerte del empresario Roberto Kuri Llamas, ultimado a balazos afuera de una tienda en Mérida, Yucatán.
Lilia Ana T.P. tiene 44 años de edad, es originaria del estado de Puebla y ya fue puesta a disposición de un Juez de Control.
De acuerdo con los datos de prueba obtenidos por las autoridades, se estableció la probable culpabilidad de Lilia Ana T.P. Junto con un sujeto aprehendido el mismo lunes 5 de diciembre, en el lugar de los hechos.
El detenido –identificado como Julio César F.G. o Amaury H.B.– habría planificado el crimen junto con Lilia Ana, de oficio fisioterapeuta. Minutos después de haber perpetrado el delito, fue detenido por las autoridades.
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¿Quién era Roberto Kuri Llamas?
El empresario asesinado en Mérida, Yucatán, crimen del cual tendría relación la fisioterapeuta poblana, era Roberto Kuri Llamas, asesor en una casa hogar que después defraudó. Señalan que recibió dinero a cambio de servicios que nunca ejecutó.
Aunque el caso se archivó, en diferentes espacios y foros se denunciaron presuntos actos fraudulentos perpetrados por esta persona, pero no procedieron.
Lo que sí procedió fueron dos casos contra sus padres, Roberto Kuri Haddad y María Hortencia Llamas Mojardín, que hace casi 17 años, el 12 de diciembre de 1995, perdieron un juicio mercantil contra Banpais, por el cual debían pagar 45 mil pesos.
En redes sociales se ha manejado que una deuda de juego sería el motivo de su asesinato, sin embargo, no se ha podido confirmar.
En noviembre de 1998, y ante la falta de pago, se decretó el remate de sus predios 302-A y 304. Ambos de la calle 1-B del Fraccionamiento Campestre de esta ciudad.
De nuevo en el escrutinio público
De nueva cuenta estuvieron en el escrutinio público en noviembre de 2000, cuando estuvieron a disposición de las autoridades acusados de estafa.
En esta ocasión, según registros, la pareja tenía una cuenta bancaria mancomunada y expidieron un cheque a favor de “Casa de Cambio S.A.” por los dólares que recibieron.
No obstante, cuando la empresa intentó cobrar el documento, le indicaron que la cuenta no tenía suficientes fondos. Por lo que en julio de ese año el negocio denunció la supuesta estafa.
Sin embargo, el Juzgado 3o. de Defensa Social consideró que no hubo engaño y, por tanto, tampoco fraude. pues se determinó que antes de ese asunto la pareja realizaba transacciones mercantiles con la casa de cambio y por ese motivo no se dio el engaño, pues el cheque se expidió bajo ciertas condiciones que no se precisaron.
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