El Ayuntamiento de Puebla se deslindó del operativo que realizó la Fiscalía General del Estado (FGE) en la 12 Poniente, donde se ubican trabajadoras sexuales del Centro Histórico.
De acuerdo con el presidente municipal, Eduardo Rivera Pérez, el operativo fue ejecutado por la FGE. Esto, con el objetivo de detectar presuntos casos de trata de personas en el primer cuadro de la ciudad.
Aunque se tuvo presencia de elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), precisó que sólo fue para resguardar el perímetro. Acción que aseguró, solicitó la FGE.
El operativo de ayer fue realizado por la FGE, solo nos pidieron resguardar el perímetro”.
El alcalde dijo que el Ayuntamiento de Puebla colaboró con el operativo, pero siempre apoya y atiende a trabajadoras sexuales del Centro Histórico. Y que es a través de acciones entre la Secretaría de Igualdad Sustantiva y el Sistema Municipal DIF, que les acercan distintos servicios.
Entre estos, Eduardo Rivera recordó que reciben capacitaciones en diversas áreas y que ambas dependencias se mantienen al pendiente de las trabajadoras sexuales.
Lo que acordamos con las trabajadoras en el centro de la ciudad es atenderlas y apoyarlas a través de las acciones de la Secretaría de Igualdad Sustantiva y de varios servicios del DIF”.
Trabajadoras sexuales impiden operativo de la FGE en el Centro Histórico
Un grupo de al menos 16 trabajadoras sexuales del Centro de Puebla fueron liberadas de elementos de la Fiscalía General del Estado (FGE) por sus compañeras.
Después de un operativo fallido realizado el jueves 14 de diciembre, las agraviadas refirieron a la Comisión de Derechos Humanos los errores de la FGE.
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Entre las presentes se encontraron las activistas Gabriela Chumacero y Diana Vardi, quienes rechazaron las acciones emprendidas por la Fiscalía. Al denunciar que no tomaron en cuenta los derechos humanos de las trabajadoras sexuales.
Según los primeros reportes, el operativo dio inicio alrededor de las 17:00 horas, cuando la FGE arribó a una casona de la 12 Poniente en el Centro de Puebla. La cual, como muchas otras construcciones antiguas, sirven de refugio y espacio seguro para las trabajadoras sexuales.
Del hotel conocido como “El 110”, sacaron a al menos 16 sexoservidoras, pero tras el apoyo de compañeras, quedaron en libertad.
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