El Ayuntamiento de Puebla dio a conocer que realizará la subasta de hasta 80 vehículos que ya no utilizan en la administración. O que incluso, son considerados chatarra por ser modelos atrasados y que ya no están en condiciones para ser usados.
Bernardo Arrubarrena García, titular de la Secretaría de Administración Municipal, precisó que para desincorporar unidades, el Municipio realiza dos procedimientos.
El primero, con los “vehículos blancos“, aquellos que presentan algún tipo de condición que ya no les permiten ser utilizados. Y entre los que se encuentran unidades de Secretarías como Gobernación, Medio Ambiente y Administración municipal.
El funcionario del Ayuntamiento de Puebla informó que en la subasta de vehículos podrá participar cualquier persona. Y una vez adquiridos, los nuevos dueños podrán reutilizarlos, revendidos o desvalijados. Además de que son modelos del 2000 y hasta el 2005 que presentan desgaste.
Por otro lado, la desincorporación de vehículos oficiales de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC). Sin embargo, en este tipo de autos, Arrubarrena García aseveró que deben ser destruidos como lo marcan las normas.
“De los vehículos blancos se va a hacer una desincorporación, es un procedimiento que estaremos poniendo por lote a subasta. Son vehículos que puede comprar cualquier persona”.
En cuanto a los recursos que deje la subasta, compartió que ingresarán a la Tesorería Municipal. Para formar parte del Presupuesto de Egresos y ser utilizado en proyectos de carácter final.
Ayuntamiento de Puebla tuvo subasta de 5 mil autos en 2022
En julio del año pasado, el Ayuntamiento de Puebla llevó a cabo una subasta de más de 5 mil autos chatarra abandonados en el depósito vehicular.
A través de una licitación, dio a conocer las bases para participar en el proceso y poder adquirir las unidades.
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Como lo informó CENTRAL en su momento, el costo del avalúo del parque vehicular era de 23 millones 212 mil 649 pesos. Y quienes estaban interesados en adquirirlo debían contar con una cantidad mayor.
La persona que lograra adquirir el lote, debía comprometerse a destruir los vehículos y sus refacciones. Al igual que cualquier material de las unidades que pudiera generar contaminación al medio ambiente.
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